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Los científicos, contra Tindaya

   

Los geólogos dicen que la montaña no se cuida para favorecer el proyecto. | EFE

ÁNGELES RIOBO | Santa Cruz de Tenerife

“La política no puede estar reñida con la física” o “es curioso querer destruir un monumento para construir otro”, son sólo algunas de las premisas que sustentan el posicionamiento de un nutrido grupo de de representantes de la comunidad científica, contrarios a la ejecución del proyecto del escultor Eduardo Chillida en la Montaña de Tindaya, en Fuerteventura. Su posición ha sido patentada en un manifiesto presentado en una rueda de prensa celebrada ayer, de forma simultánea en la Universidad de La Laguna (ULL) y en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPG).

Este manifiesto está impulsado por la Coordinadora Montaña de Tindaya y será entregado al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Fuerteventura en los próximos días. Lo suscriben más de 150 representantes académicos, en su mayoría de la ULL, como el catedrático emérito y premio Canarias, Wolfredo Wildpred, o el ex rector, José Gómez-Soliño; de la ULPG, de la Universidad del país Vasco, y de otras universidades e instituciones científico-académicas del panorama nacional internacional.

Los expertos consideran que el Proyecto Monumental de la Montaña de Chillida es inviable desde el punto de vista físico, cultural, antropológico y económico. Arguyen que la intención responde a “un incomprensible empecinamiento político que supone un “ataque brutal” al valor ecológico y cultural de Tindaya en su conjunto.

El profesor de Geografía Física de la ULL, Constantino Criado, califica el proyecto de “atentado contra un monumento natural y de auténtico disparate”. El geógrafo pone en duda la viabilidad técnica del proyecto del escultor atendiendo a la propia composición de la roca. “Una montaña no es metacrilato, no se la puede modelar a capricho”, dijo.

Criado explicó que para ejecutar la obra que contempla una cavidad rectangular de 50 metros de largo, por 50 metros, de alto, y lo mismo de ancho lo que implica la necesidad de extraer 25 metros cúbicos de material sólido del interior de la montaña. “Son unas dimensiones colosales, el proyecto contraviene a la Física. Hay que tener en cuenta el impacto exterior de las vibraciones cuando de las máquinas empiecen a picar”.

Por su parte, el arqueólogo de la ULL, Francisco Navarro, pone en duda la viabilidad ecológica del proyecto porque afectará a la riqueza arqueológica del espacio natural. “No sólo será perjudicial la obra en sí sino todos los trabajos e infraestructura necesaria para acometerá”.

En este punto recuerda que tanto la montaña de Tindaya como la zona que la circunda conforman uno de los enclaves con los mayores niveles de protección legal del Archipiélago, tanto por sus valores naturales, flora y fauna endémica; como culturales.

El profesor de Bellas Artes de la ULL, José Díaz Cuyás manifestó que “este proyecto también plantea conflictos desde el punto de vista artístico”, porque el proyecto actual difiere del proyecto original ideado por el autor. La intención inicial de Chillida contemplaba, en líneas generales, el vaciado de la Montaña de Tindaya con el fin de crear un espacio diáfano e iluminado accesible. Sin embargo el boceto actual contempla la creación de un espacio cúbico apuntalado, tipo Partenón.

Los suscriptores del manifiesto recalcaron la inviabilidad del mismo también desde el punto de vista económico. En este sentido, el representante de la Coordinadora Montaña de Tindaya y miembro de Ben Magec, Francisco Castro, calificó de “despilfarro económico” la inversión de 76 millones de euros necesaria para ejecutar el proyecto.

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Saber más sobre Tindaya

Altitud:
450 m.

Localización
La Oliva (Isla de Fuerteventura)

Historia:
Lugar sagrado para los majos (aborígenes), que que esculpieron sobre ella más de 300 grabados con formas de pie o podomorfos.

El proyecto:
Eduardo Chillida ideó en 1993 una obra escultórica con un vaciado del interior de la montaña. La pésima gestión del Gobierno de Canarias devino en el derroche de miles de millones de pesetas, pero el proyecto sigue en marcha.
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