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Los profesores del IES Cabo Blanco pagan el desayuno a 60 alumnos

   

Imagen de archivo del IES Cabo Blanco. | DA

VICENTE PÉREZ | Arona

El drama de la crisis económica ha llegado también a los centros educativos públicos, pero no menos que la solidaridad. En el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Cabo Blanco, 60 alumnos de familias – muchas con todos sus miembros en paro – han desayunado cada día en el centro gracias al dinero que otros tantos profesores han aportado de su propio bolsillo, unos 7.000 euros en el presente curso.

Así lo confirmó ayer a este diario la directora de este instituto de Arona, Georgina Molina, quien destacó que se trata de una donación mensual, cada uno en la medida de sus posibilidades, y que oscila entre 15 y 40 euros por docente, necesaria porque la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias cubre sólo los gastos de desayuno de 12 alumnos.

“En esta época de crisis la Administración no lo puede cubrir todo, y la solidaridad humana también puede funcionar”, subrayó la máxima responsable del IES, quien además destacó la colaboración del adjudicatario de la cafetería del centro ofreciendo desayunos gratis.

El profesorado de Cabo Blanco comprueba día a día el efecto de la crisis económica en sus alumnos, e intenta detectar los casos más graves. “Muchas familias no ingresan sino 400 euros al mes, y hay niños para los que un yogur es casi un lujo o una golosina, por lo que al menos si desayunan en el centro pues es una comida menos que tiene que afrontar su familia”, comenta la directora, quien confía en que el próximo curso se puedan captar nuevas ayudas de la Administración, bien del Ayuntamiento de Arona o de la Consejería de Educación.

La insuficiencia de fondos y la necesidad de recaudar dinero entre el profesorado comenzó en el curso anterior, cuando empezó a agravarse la crisis económica y, con ella, el número de familias en paro en el municipio. Además, la generosidad de esta comunidad educativa también se refleja en las colectas que se hacen en Navidad, cuando se reparten alimentos y juguetes a las familias con menos recursos.

El centro aronero, que lleva seis cursos ya de andadura, tiene 987 alumnos, de los que 72 van a clase sin comer por la falta de recursos de sus padres, lo que supone un 7,3% del alumnado matriculado, una indigencia que causaría sonrojo en cualquier país desarrollado y que se ha podido paliar gracias al ejemplo de altruismo de sus propios profesores, que han decidido no esperar a que las administraciones públicas resuelvan el problema. “El Ayuntamiento de Arona ha colaborado con el centro y la Consejería solo cubre el desayuno de los alumnos con absoluta necesidad, cuya renta familiar 6.000 euros año”, destaca Molina.

Alumnado de renta baja

El perfil socioeconómico de las familias del alumnado de Cabo Blanco es de renta media-baja, con una alta incidencia del desempleo. De hecho, el 44% de las madres y el 31% de los padres se encuentran en paro.

En cuanto al nivel de estudios de los padres, sólo el 17% tiene estudios superiores, el 29% estudios medios, sin estudios el 10% y formación básica, el 40%. El 53% cuenta con vivienda propia.

Con respecto a la procedencia de los discentes, cabe destacar que el 73% son nacidos en Canarias, y el 27% en el resto de España o el extranjero, con predominio en este caso de colombianos y venezolanos, aunque también hay jóvenes de Rusia y Lituania, entre otros países.

La directora del IES Cabo Blanco explicó que los alumnos desayunan en la cafetería, pero que el instituto carece de comedor, un servicio que, según reconoció, no se ha puesto debido a las estrecheces presupuestarias que ha ocasionado la crisis, si bien se trata de una reivindicación que han planteado en varias ocasiones el centro a la Consejería de Educación.