El 12 de agosto de 2011 se celebró el Día Internacional de la Juventud. Desde luego, creo que lo que debería ser el motor de este país España no lo ha sabido aprovechar en los últimos años.
La utilización política de Rubalcaba y Zapatero aquel 13 de marzo del año 2004 del “no a la guerra” para ganar unas elecciones se les ha convertido en un “no al empleo, no a la vivienda, no a las esperanzas de los jóvenes”.
Aquellos que iban a crear un Ministerio de la Juventud se olvidaron de él mientras crearon uno de Igualdad y otro de Vivienda que no han servido para nada.
Hoy España cuenta con el 50% de paro juvenil. Lo corroboro. Más de la mitad de los jóvenes que conozco en edad de trabajar está en paro. Y todo esto gracias a una gestión pésima de la riqueza de país que dejó el Partido Popular en el año 2004.
Por aquel entonces nadie conocía la prima de riesgo. Hoy en día la prima de riesgo es famosa. Nadie cerraba empresas. Las abrían. Las mujeres trabajaban en mayor proporción y el turismo funcionaba en Canarias sin necesidad de dar gracias a conflictos bélicos externos como hemos visto en esta tierra.
Por aquel entonces España era un país con posibilidades. Hoy la ñ pesa. Pesa demasiado. Así lo ha afirmado Obama estos días. “Siempre que España tiene problemas afecta a EE.UU.” ¿Será este el acontecimiento planetario entre Obama y ZP que nos describió hace un tiempo la ministra Pajín? Hoy a los jóvenes solo se les ofrece salir fuera a buscar trabajo (lo dijo Ricardo Melchior). La única esperanza que tenemos es ese adelanto electoral que va a cambiar muchas cosas en este país.
Un país que necesita reformas en cuatro campos fundamentales y que el Partido Popular llevará a cabo con la rapidez necesaria para reflotar una marca que debe volver a lucir como lo hacía antes: España.
Toca resolver esos problemas de liquidez que tienen las pymes en este país. Tanto por el atraco a mano armada al que están sometidas por parte de las administraciones y esas facturas pendientes, que en Canarias toca a casi 500 millones de euros, como por la falta de financiación que dan los bancos.
Además toca reformar un sistema de administraciones abultado, exagerado, torpe, y que además no nos podemos permitir. Sobran administraciones, no funcionarios. Algo en lo que hay que trabajar duramente. Toca afrontar una reforma del sistema laboral que genere empleo y reducir las formas de contratación existentes. Demasiadas trabas para ser contratado. Desde luego facilitar al empresario la capacidad de contratación es el camino a seguir.
Y por supuesto reformar la educación introduciendo al sistema educativo en las nuevas tecnologías del siglo XXI. Por supuesto, recuperando algo fundamental que se ha perdido con los años: el respeto por los maestros de esta noble profesión.
Y mientras todo esto tenemos pendiente de llevar a cabo, las elecciones son el 20 de noviembre. Parece que algunos han querido esperar a cobrar la doble paga de Navidad para irse. Una lástima que Zapatero, Rubalcaba, los diputados del PNV y, por supuesto, la señora Oramas hayan retrasado unas elecciones generales que ya se tenían que haber celebrado. ¿Tenemos algo que celebrar señora Oramas?
Porque mientras todo esto está pendiente de hacer, los políticos españoles están de vacaciones. El gobierno de Zapatero desaparecido y nuestras necesidades desatendidas. Por eso creo que este año los jóvenes no tenemos nada que celebrar.
Pero sabemos muy bien lo que vamos a hacer ese 20-N. Ir a participar en una fiesta democrática que promete ese cambio necesario de gobierno. El cambio popular.
*Coordinador insular del PP de Tenerife