NICOLÁS DORTA | Adeje
Nadie puede parar el tiempo, pero sí las agujas de un reloj. Esto lo hace Javier Botia. En medio del bullicio y de su hiperactividad consigue la calma suficiente para concentrarse durante unos segundos y hacer lo que llama mentalismo. También dobla cucharas como quien enciende un cigarro y adivina pensamientos, números, palabras que las refleja sobre un papel. Al menos es lo que se ve. A sus 39 años este valenciano se denomina como un “comunicador multimedia” que utiliza “un poco menos del 10% de esa capacidad cerebral del ser humano”. Se confiesa: “yo no estoy bien de la cabeza”. Lleva aprendiendo el mentalismo desde hace años, una habilidad innata, propia de su mente inquieta, que requiere mucho entrenamiento. Ahora lo lleva a espectáculos por toda España. Vivió en Argentina, Paraguay y Ururuguay, donde fue presentador de televisión y dj. Antes estuvo en los 40 principales. Este fin de semana presentó un campeonato de Kite Boarding en El Médano. Este deporte lo practica cuando tiene tiempo y muestra una foto en la orilla. Entre horas, en medio del campeonato, no paraba de hacer “trucos” al personal.
-¿El mentalismo es un truco?
“El mentalista es una persona que estudia las capacidades paranormales que existen, por lo tanto, un mentalista hace cosas que no son truco en absoluto, pero también tiene que ser conocedor de la magia, de los juegos. Es cierto que hay una parte importante que se desmonta pero hay otra que no, que es real, existe. Todo se puede explicar. Un mentalista estudia mucho el lenguaje no verbal. Quizás lo más importantes es lo que no se ve, podemos ver si puede alguien mentirte o no. Hay determinadas energías que uno puede manejar. (Coge dos cucharas y las dobla). Ves, no puede haber truco en esto”.
-¿Cómo empezó en esto del mentalismo?
“Conocí a un gran maestro que es el profesor Rochy, que comenzó a enseñarme, y ahora tengo yo alumnos. Fui aprendiendo y, en un principio a nivel personal, me gustaba desarrollar esas capacidades de poder hacer telepatía. A mí no me puede decir nadie que la telepatía no existe. Cómo explicamos cuando una madre está inquieta en su casa y a su hijo le pasa algo en otra parte de mundo y es verdad. Existe algo. Yo eso lo estudio y lo llevo adelante. (Botia llama a su discípulo por el móvil y éste, a través del teléfono, a miles de kilómetros, adivina lo que el periodista tiene arriba de la mesa, con detalles). Luego también desarrollé la magia, los juegos y el humor, lo combino todo. Tengo asumido que utilizo menos del 10% de la capacidad cerebral que está demostrada que utiliza el ser humano (ríe)”.
-¿Tiene algo de arte todo lo que usted hace?
“Evidentemente eres un artista porque te subes a un escenario. Muestras un show donde se combinan muchas cosas. No utilizo hipnosis para asuntos clínicos, sino para espectáculo”.
-¿Cómo se empieza a notar que uno es un mentalista?
“Empiezas averiguando cosas y evolucionando. Por ejemplo podemos hacer una lectura en frío. Yo podría ver a una persona por los gestos, por sus características si tiene o no carencia de la figura materna”.
-Pero adivinar el pensamiento no es posible…
“Depende. Hay formas de hacer, determinados mecanismos para manejar la mente, como una inducción. Hacer que hagas lo que yo de alguna manera te ordeno sin que te des cuenta. Así puedo hacer que optes por elegir determinando número, determinada opción para que coincida con lo que yo he escrito o previsto previamente. También existe la probabilidad, las cábalas, los números. Luego están las lecturas de pensamiento, donde se pueden adivinar cosas personales, hay que ser respetuoso, yo no entro en la mente de nadie sin que lo permita”.
-¿Qué hay de verdad en la serie El Mentalista de la Sexta?
“Yo la veo, y hay cosas curiosas, es real todo lo que hace, es lo mismo que hacemos nosotros. Está muy bien hecha esta serie, utiliza las técnicas auténticas y eso está bien porque no tiene necesidad de hacerlo, podrían inventárselas. Él trabaja con la policía, y en ocasiones a nosotros se nos requiere para estas cuestiones”.
-¿Por qué no le gusta la palabra truco?
“El truco lleva implícito el engaño, y yo no engaño a nadie”.