NATALIA TORRES | LA LAGUNA
La actividad ha sido frenética durante esta semana en cada una de las asociaciones encargadas hoy de que a las 12.00 horas, se eleven en la plaza de la iglesia de Tejina, los corazones de El Pico, la calle Arriba y la calle Abajo, tres corazones que conforman lo que a Guadalberto Hernández, presidente de la Asociación de los Corazones de Tejina, le gusta definir como “alma de pueblo”.
A esta hora ya los corazones están formados con sus correspondientes ramos, su fruta y las tortas, ese arte efímero que cada uno de los miembros de las asociaciones ha realizado con todo el esfuerzo, creatividad y cariño del que es capaz para cada año rivalizar en originalidad entre las 16 tortas que lleva cada uno de los corazones.
Elaboradas a base de agua y harina sin levadura, las tortas son confeccionadas manualmente en cada uno de los corazones, un trabajo que comenzó el pasado lunes. En la calle de Abajo, mientras los hombres amasan la harina y el agua, las mujeres comienzan a montar sobre el plato los distintos motivos que lo decoran, “puede ser cualquier cosa, cada uno es libre de elegir los motivos que quieran”, explica Mary, una de los miembros de la asociación de la calle de Abajo y que lleva colaborando en la elaboración de los corazones desde que era una niña. Cuando ya están hechas todas las tortas, “se eligen las más bonitas y también con motivos similares para que den equilibrio al corazón”, explica Cloti otra de las colaboradoras de la calle Abajo.
La calle de Arriba, el único lugar con un local donde están todos los materiales necesarios para la elaboración del corazón, incluida la estructura metálica que lo soporta, está rebosante de actividad. Los motivos de sus tortas van desde los religiosos hasta los más prosaicos como la figura de una mujer semidesnuda. Naira Barreto, presidenta de este año de la asociación, – es costumbre que cada año las asociaciones cambien de presidente- se muestra muy contenta con la participación: “Está siendo muy buena, han salido una media de diez tortas por día y de muy buena calidad”, dice.
En el corazón de El Pico, el más alejado de los tres, se realizan en torno a unas 50 tortas porque “al ser un arte efímero y trabajar con un material muy dúctil, hasta el domingo se pueden partir, estropear y habrá que coger las que están en reserva”, explica Javier, colaborador de El Pico. Unas 25 personas cargan el corazón hasta la plaza, soportando sobre sus hombros más de 1.000 kilos, pero como dice Javier, “ese día, el ánimo de participar en la fiesta no hace que pensemos en el peso, lo que queremos es que sea el más bonito, el más vistoso”.
[apunte] La unidad de los tres corazones
El presidente de la Asociación de los Corazones de Tejina, Guadalberto Hernández, insiste una y otra vez en la importancia que tiene la unidad de los tres corazones, de los que dice que, aunque rivalicen en su confección, la fiesta de los corazones no tendría sentido sin uno de ellos: “Aunque cada uno elige en torno a qué corazón se aglutina y lo defienda en la plaza, todos tienen muy claro que los Corazones de Tejina son una unidad formada e integrada invariablemente por tres elementos”.
Una unidad que se visualiza en la subida al monte para buscar la rama que adorna los corazones o en ir a buscar la fruta que completa la decoración junto a las tortas y junto al ramo de flores que es el último elemento en colocarse. Cada asociación se vuelca en la elaboración de su corazón para que esté listo para su entrada hoy a las 12.00 horas en la plaza de la iglesia de Tejina. Declarados Bien de Interés Cultural (BIC), la fiesta se prolongará hasta el próximo domingo, momento en que se procederá a su descuelgue.
Más de 1.000 kilos pesa cada uno de los corazones que las asociaciones trasladan a hombros hasta la plaza. El día del descuelgue la fruta se reparte entre la gente y las tortas, uno de los bienes más preciados, se sortean tirando las tablillas, que llevan unos números, que le dan derecho a recoger luego una de las valoradas tortas.
Otra de las tradiciones más esperadas tendrá lugar el próximo martes, cuando las parrandas entren en la plaza y se produzca el pique, donde cada una de las parrandas le cantará al resto aquellos fallos que crean se han cometido en la elaboración del corazón. Como explica Guadalberto Hernández, “esta es una tradición que resulta muy importante porque ayuda a mejorar y evitar que se repitan errores”.[/apunte]