AGENCIAS | LONDRES
Los exámenes toxicológicos que se le practicaron a Amy Winehouse, de 27 años no muestran rastro de sustancias ilegales, según ha informado su representante. Sin embargo, sà se ha encontrado alcohol en su sangre aunque el portavoz no ha podido concretar cómo de determinante fue en la causa de su muerte.
“Los resultados toxicológicos han sido enviados a la familia de Winehouse por las autoridades y se ha confirmado que no habÃa sustancias ilegales en el organismo de Amy en el momento de su muerte”, detalla un comunicado de la familia.
De esta forma, toma fuerza la hipótesis planteada por algunos miembros de la familia de la joven, quienes señalaban que murió por culpa de otra droga legal: el alcohol, ya que, según recoge el mismo texto. “Los resultados indican que el alcohol estaba presente, pero no se puede determinar todavÃa si jugó un papel en su muerte”. De todas formas, el caso todavÃa no ha sido cerrado y parece ser que la familia, quienes han querido “agradecer a la policÃa y al coronel por haber seguido investigando y por mantenerles informados en todo el proceso”, señalan además que quedan a la espera de “los resultados de la investigación en octubre”.
Nuevas dudas
De esta forma se desmontan otras teorÃas como la de un supuesto amigo de la cantante que aseguraba haber acompañado a la artista a comprar cocaÃna y heroÃna el dÃa de su muerte o si la joven murió como consecuencia del sÃndrome de abstinencia producido por haber dejado el alcohol de golpe teniendo un cuadro de alcoholismo agudo. Descartado el móvil de las drogas ilegales, saltan nuevas dudas sobre si la joven quiso suicidarse -hipótesis que también ha sido barajada- o si realmente su hÃgado no pudo soportar más alcohol.