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EL MEGÁFONO > LA RANILLA (I)

Chano, el imaginero de barcos

   

Chano muestra una de sus múltiples maquetas de barcos que realiza en la asociación.| MOISÉS PÉREZ

Luis F. FEBLES | Puerto de la Cruz

Solo con preguntar por su nombre de pila todos lo conocen. No es para menos puesto que además de llevar 67 años viviendo en la zona, Sebastián Martín Álvarez, Chano, es el encargado de realizar las maquetas de los barcos que en las fiestas de julio se exponen en la pila de la plaza del Charco.

Este ranillero de pro, jubilado y experto en el trabajo de la madera, lleva varios años dedicándose a construir con sus manos réplicas de barcos, capillas y monumentos representativos del municipio portuense. “La maqueta de un barco se hace de latón o de plancha metálica aunque también hay varios de madera. He realizado muchos barcos que representan a las Islas, o réplicas del San Ramón que carga a la Virgen del Carmen, la embarcación de San Telmo además de las maquetas de el Peñón, la Casa Miranda o la colección de las 30 capillas que hay en el municipio.

También las embarcaciones que estaban en el muelle como la marbella, el rabito de cochino, la carmen américa”, explica orgulloso Chano. Como hijo y nieto de pescadores, se muestra orgulloso de su origen y cada año en los que se celebran las Fiestas de Julio, siente “una felicidad tremenda cuando los barcos están expuestos en la pileta y los visitantes se acercan a verlos. Se trata de un acontecimiento que cada año atrae a más gente y se convierte en un reclamo”, indica este ranillero.

Aparte de las exposiciones que se realizan con motivo de las fiestas, en el barrio de La Dehesa del municipio portuense se han expuesto algunas de las maquetas de Chano así como sus 30 capillas. “En las labores de construcción de los barcos y maquetas me ayudaban compañeros como Ricardo, Jose Antonio o Mele, pero algunos ya no están”, subraya emocionado. De entre sus numerosas obras, que sobrepasan ya la centena, destaca entre otras, la embarcación 5 Hermanas, una maqueta que proviene de Cuba y que hace más de 50 años se exponía en la pileta de la plaza del Charco pero que se dejó de colocar por su mal estado de conservación. Con la idea de recuperar esta embarcación, y con motivo de los veinticinco años de la asociación de vecinos La Peñita, Chano decidió hace unos meses arreglarla para una futura exposición. “La dueña de la maqueta nos agradeció la recuperación de la misma ya que tenía para ella un valor sentimental importante. Se trataba de un regalo que en Cuba le habían hecho sus abuelos”, indica Chano.

“Como ranillero, la Virgen del Carmen es una pasión que se lleva en la sangre”

Este portuense ha sido testigo directo del paso del tiempo en el barrio y ha conocido de primera mano los cambios producidos y el avance de una juventud muy distinta a la de su época. “Antes la juventud tenía más respeto y ahora ya cada vez hay menos. Recuerdo por ejemplo que en mis tiempos se tenía más respeto por la familia. Cuando un joven falta a sus padres está todo perdido y actualmente se han perdido buenas costumbres”, argumenta este jubilado.

Las fiestas en honor a la Virgen del Carmen son sagradas para Chano. “Como ranillero, para mí la Virgen del Carmen es una pasión; es un orgullo contribuir con mis maquetas para las fiestas. Esto se lleva en la sangre”.

La calle Mequinez era antiguamente la zona a la que se circunscribía La Ranilla. | M.P.

Sin duda alguna, La Ranilla tiene algo especial. Hay que darse un paseo por sus calles y pararse a hablar con sus gentes para entender lo que supone este particular enclave de Puerto de la Cruz.