ÁLVARO DÍAZ/ACAN | SANTA CRUZ DE TENERIFE
No va más. Se acabaron las pruebas. La hora de la verdad se acerca. El arranque de la competición es inminente y con el mismo deben también ponerse a cero los cronómetros de una temporada que debe llevar al CD Tenerife al lugar de donde nunca debió salir, al del fútbol profesional, pero eso sí, con el corazón caliente y la cabeza fría porque para despertar de la pesadilla de la Segunda División B es necesario ir paso a paso y, sobre todo, aprendiendo de errores pasados.
Así, la primera plantilla del CD Tenerife volvió al trabajo en la mañana de ayer. Atrás quedaron los dos partidos del descafeinado doble enfrentamiento -utilizar la palabra derby quizás sea demasiado atrevido- ante la UD Las Palmas y en los que los blanquiazules se quedaron, a grandes rasgos, con una cuenta pendiente con el gol, además de seguir ajustando la defensa.
Los hombres de Antonio Calderón se ejercitaron por vez primera esta semana y lo hicieron en El Mundialito. Esta práctica precede a la jornada de descanso del martes, una programación que dentro del microciclo semanal, tanto táctica como físicamente, se empieza a acoplar más a la verdadera realidad de una competición, a veces bohemia, como es la Segunda B.
A las 10.30 horas saltaron los blanquiazules al verde de Ofra, donde permanecieron por espacio de 80 minutos. Hubo trabajo de recuperación para los futbolistas que fueron titulares el pasado domingo ante la UD Las Palmas, a los que se unieron Sergio Rodríguez y Álvaro Zazo.
Con más intensidad se ejercitó el resto de integrantes del plantel tinerfeñista, acometido varios ejercicios con balón, combinados con trabajo físico.
Además hubo rehabilitación para Omar Ramos y Pablo Sicilia, es decir, el equipo ya está en sintonía de temporada.
Como no podía ser menos, presenció el entrenamiento en su totalidad el director deportivo blanquiazul, Pedro Cordero, al que le siguen faltando dos o tres jugadores, uno de banda derecha y un delantero, amén de un tercero que vendría si se considera oportuno dependiendo de lo que le haga falta al equipo.
El Vecindario (Domingo, 17 horas) ya toca a la puerta del Heliodoro. Llega lo bueno.