Consternación en Anaga por la muerte de Andrés Vidal, ‘Africuya’

Andrés Vidal, Africuya, en la portada de uno de sus discos. | DA

DIARIO DE AVISOS | SANTA CRUZ DE TENERIFE

“Las olas en Anaga rompen hoy en su memoria”. Con notable emoción se manifestaba ayer a este periódico, desde la isla de La Palma, Javier González, representante de la Comisión en Defensa de la Playa de Valleseco, al referirse a la repentina muerte del músico tinerfeño Andrés Vidal Déniz, Africuya.

Para Javier González, este artista chicharrero, nacido en 1970 en María Jiménez, y que hizo del reggae su gran pasión y su bandera, “recogió con esa canción, Rompen las olas, el sentimiento de todo un pueblo, el de Anaga, por la defensa de su costa. Y por eso la gente se identificó pronto con ella, y durante mucho tiempo se cantaba por todas las esquinas”. “En la mejor tradición popular -agregó-, Andrés quiso servirse del reggae para hacer bailar, cantar y sentir a la gente, pero también como forma de dar salida a ese amor, a ese inmenso respeto por nuestra tierra y el mar que la rodea; y eso nunca acabaremos de agradecérselo”.

Fallecido en la tarde del pasado viernes como consecuencia de un accidente cardiovascular, Andrés Vidal contaba con tres trabajos de estudio, Mi tierra, Viva mi pueblo y Movida rastamán, y con su música, y con su banda, Eclipse Reggae, recorrió buena parte de los escenarios de la geografía del Archipiélago.

Generosidad y trabajo

“Sobre todo destacaría de él -comenta Javier González- su gran generosidad, siempre estaba dispuesto a colaborar en cuantas iniciativas llevábamos a cabo, pero además era una persona muy trabajadora, que siempre estaba luchando por sacar a su gente adelante”.

Casado y padre de dos hijos, Africuya se dedicaba profesionalmente a la carpintería de aluminio. Su funeral tuvo lugar en la noche de ayer en la iglesia de San Juan Bautista, en el barrio de María Jiménez, que le vio nacer.