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Críticas vecinales al “silencio oficial” sobre el derribo de la iglesia de Alcalá

La ermita, que databa de 1900 y estaba cerrada por su mal estado, en el momento de su derribo, en junio.| DA

VICENTE PÉREZ | Alcalá

La Asociación de Vecinos Coluca mostró ayer su “decepción” por el “silencio oficial”, tanto del Obispado como del Ayuntamiento de Guía de Isora, en torno a la demolición de la ermita de Alcalá, llevada a cabo en junio con gran polémica en el barrio.

El Obispado alegó entonces el estado de ruina del techo, con riesgo de desplomarse afectando a la vía pública, pero un grupo de vecinos mantiene sus suspicacias por el hecho de que en el solar de la ya desaparecida iglesia se prevé otra nueva, de diseño moderno y mayores dimensiones, con un centro comercial anexo y aparcamientos subterráneos. Estos ciudadanos escépticos no aciertan a comprender por qué una ermita con más de un siglo de historia no gozaba de protección patrimonial del Ayuntamiento. Según esta asociación, el arquitecto autor del proyecto que promueve el Obispado confirmó que el problema era la cubierta, y no las paredes.

El vicepresidente de Coluca, Carlos Matías, explicó ayer que, tras la asamblea ciudadana celebrada a finales de junio pasado, la directiva de la asociación solicitó sendas reuniones con el Obispado, el Ayuntamiento y la Comisión Pro Nuevo Templo, y que, más de mes y medio después, aún no ha obtenido respuesta alguna. “Para el 20 de septiembre”, avanzó el dirigente vecinal, “hemos convocado a los socios, y esperamos que entonces ya hayamos tenido algún tipo de respuesta; estamos decepcionados porque, aún en época estival, alguien debió ponerse en contacto con nosotros y hacer un esfuerzo para que el pueblo de Alcalá tuviese toda la información sobre lo ocurrido”.

De la antigua ermita, construida en torno al año 1900, ya solo queda el solar, que ha sido vallado a petición de la asociación de vecinos, “tras los rumores de que lo iban a usar como aparcamientos para recaudar fondos para la nueva iglesia”, señaló Matías. En las reuniones que Coluca ha pedido por escrito estos vecinos quieren conocer del Obispado toda la documentación justificativa del derribo; en el caso del Ayuntamiento, el expediente administrativo de la solicitud de permiso de obras, y, respecto a la Comisión Pro Nuevo Templo, todo el proceso del proyecto y cuánto dinero se ha recaudado ya en el pueblo, y si ya se ha hecho uso de él.

Pese a esta actitud crítica, Matías indicó que la asociación “va a arrimar el hombro para que el barrio tenga cuanto antes una nueva iglesia”, pero no cejará en su empeño de conocer “toda la verdad” sobre este proyecto.