CRISTINA DELGADO | SANTA CRUZ DE TENERIFE
“Por el paso del ponedero no llegó hasta abajo y quedó atascado. Al intentar sacarlo estuve a punto de romperlo”. En ese momento, Eladio Bolaño, un vecino de Llano del Moro cuyo animal preferido es la gallina, sabía que se trataba de un huevo de grandes dimensiones.
Así ha sido. Se trata de un huevo el doble de grande que uno normal: pesó 114 gramos, pero ya ha perdido “seis gramos por haberlo conservado en la nevera durante una semana”, desde que se encontró el pasado día 19 de agosto en el gallinero.
“Lo que da la naturaleza, hay que contarlo”, dice Eladio Bolaño, un hombre que profesa mucho amor por sus animales. Desde niño ha tenido en su casa una granja doméstica, y siempre ha estado rodeado de gallos y gallinas. Ahora, con 69 años y jubilado, dedica sus tardes a sus alrededor de 50 gallinas y gallos, además de los pollitos, “a echarles de comer, cambiarles el agua, limpiar…”. La mayoría de sus animales de granja han nacido en el gran corral que Eladio habilitó para ellos, “y el resto son regalos de amigos”, apunta.
Su única intención es que sus gallinas pongan huevos sanos, y para ello no les da la típica comida que en las granjas avícolas comerciales se les proporciona a estos animales para que den huevos con frecuencia, sino comida natural, como es arroz cocinado con caldo de verduras, millo, hierba, etc. Además, “el sol que les da y la casona que tienen para moverse libremente son lo bueno”, explica Eladio, que cada día recoge una media de siete huevos. Él supone que puede ser por ello que, a veces, sus gallinas pongan huevos “tan hermosos”.
Éste último ha sido el más grande que se ha encontrado Eladio en su granja. Mide 6,8 centímetros de largo y 5,2 centímetros de ancho. Además “debe tener, como mínimo, dos yemas”, señaló el granjero aficionado, aunque tuvo hace tiempo “una gallina que puso un huevo de cuatro yemas”, la misma que tras poner otros tres de grandes dimensiones murió.
A este respecto, la veterinaria Isabel Reyes, de la clínica Orotavet, apunta que “este es un caso bastante fuera de lo normal”, ya que cuando un huevo tan grande y tan pesado se crea dentro de una gallina, es improbable que ésta pueda ponerlo. En este tipo de casos, según Isabel Reyes, a través de la cloaca de la gallina se debe pinchar el huevo y vaciarlo, porque es casi imposible que de forma natural lo expulse. Incluso, “en ocasiones se necesita realizar una intervención quirúrgica”, añade. Si el huevo no lo expulsa, “la gallina se debilita hasta morir”.
Por el momento, la heroica gallina que puso el peculiar huevo sigue cacareando en el corral en Llano del Moro, el cual está bien cuidado por Rintin, un perro noble que, según dice Eladio, una vez abrió solo la puerta del gallinero y se puso a dormir entre los gallos y gallinas. El adorable Eladio ha hecho de su natural hobby una hilada de entrañables anécdotas fuera de lo normal. Como el super huevo.