INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife
El prestigioso especialista en cirugía de trasplantes hepáticos y premio Príncipe de Asturias en Investigación 1999, Enrique Moreno, dijo ayer a DIARIO DE AVISOS que la operación del niño Giovanny, por medio de la cual recibió parte del hígado de su propia madre, la que fuera reina del Carnaval Ana María Tavarez, “ha ido bien y ahora hay que ser optimista”. El pequeño deberá comenzar a tomar la medicación basada en inmunosupresores para combatir el rechazo lógico de un órgano ajeno.
“En el 60% de los casos de trasplantes en la edad que tiene el niño, 11 meses, y con las excelentes condiciones del órgano de la donante, en unos años podría dejar de necesitar estos fármacos. En efecto, la tolerancia en el organismo receptor es mayor cuando el hígado pertenece a un familiar”, precisó.
Aunque Enrique Moreno es optimista, se muestra cauto a la hora de hacer predicciones sobre el futuro. En la operación, en la que intervino un equipo de cinco cirujanos del Hospital 12 de Octubre de Madrid y un numeroso equipo de profesionales sanitarios, se extrajo a Ana María la porción más pequeña del hígado. “Los denominados segmentos dos y tres, de 6,5 por 5 centímetros, ya que luego hubo que colocarlo en el mismo espacio, donde estaba el hígado enfermo del pequeño, tras su extracción”, explicó.
En cuanto a las dificultades sucedidas durante la intervención, el doctor refirió que son más o menos comunes ya que hay que unir conductos venosos y arterias muy pequeñas con la ayuda de microscopios y lupas de aumento; y además, “en estos casos suele haber problemas arteriales en el paciente”. “Hubo que realizar una incisión en el cuello de Ana María para extraerle una venita de esa zona y hacer un injerto en los conductos de Giovanny. El bebé ya está despierto, aunque sigue entubado y su madre se encuentra “estupendamente y la hemos pasado a planta”, aseguró el doctor Moreno.
Ahora, lo más importante es que estos primeros días tras la operación evolucione y no presente problemas vasculares, porque, según manifiesta el doctor, también existen casos en los que se ha de repetir la operación.
El equipo médico del doctor Moreno ha realizado ya más de 200 trasplantes hepáticos en niños con donante vivo. Esta cifra es ahora más alta porque “afortunadamente no existen ya tantos donantes menores debido a la disminución de accidentes mortales en niños”. Si finalmente la evolución fuera buena, “esto significa que la atresia biliar que padecía habría desaparecido del todo, al no ser una enfermedad hereditaria, sino congénita”.