AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife
Los hechos demuestran una vez más el poco respeto que demuestra Santa Cruz hacia su patrimonio histórico. Son muchos los ejemplos, como el cuartel de San Carlos.
Vecinos y entidades denuncian ahora el deterioro y abandono que presenta la Casa de la Pólvora, un inmueble singular y valioso que a pesar del entorno privilegiado en el que se encuentra, cerca del Auditorio y el Parque Marítimo, es un auténtico monumento a la desidia.
Las pintadas de grafiti invaden sus muros centenarios y los desperfectos se multiplican día a día en paredes, puertas, ventanas y en todo el entorno. La Policía Local viene informando desde hace tiempo de los continuos actos de vandalismo que sufre el vetusto almacén, pero sigue sin respuesta institucional y el aislamiento y la falta de vigilancia empeoran la situación.
La Casa de la Pólvora se encuentra junto al Castillo de San Juan y el Parque Marítimo César Manrique, en la zona de Cabo-Llanos. Según cuenta el investigador Juan Arencibia, fue construida entre 1756 y 1758 en el antiguo camino de la Regla, conforme a los planos del ingeniero Francisco La Pierre, con el objetivo de servir de almacén para los efectivos de artillería de los destacamentos militares de la zona. Construida en mampostería, tiene planta rectangular, circular en los lados menores y cubierto con una original bóveda de medio cañón. Abandonó su uso original en el siglo XIX.