El panel de la Bolsa de Madrid muestra la evolución que tuvo el ÍBEX 35 en la jornada de ayer. / efe
EFE | MADRID
La prima de riesgo española, que representa el sobrecoste de invertir en la deuda nacional respecto a la alemana, subió ayer de 374 a 387 puntos básicos, aunque en esta jornada superó los 400, nivel al que se acometió el rescate de Grecia, Portugal e Irlanda, según datos del mercado y expertos consultados.
En cuanto a la evolución de las obligaciones españolas a diez años, su rendimiento creció ocho centésimas y se situó en el 6,282%, con un precio del 94,395%, 57 centésimas inferior al de la víspera. La rentabilidad de la deuda alemana bajó casi cuatro centésimas y quedó al cierre en el 2,416%.
La situación del mercado estuvo condicionada, según los analistas, por diversos factores, como los malos datos de actividad industrial conocidos ayer en los Estados Unidos, China y Europa.
También seguía pesando el miedo a que rebajen la calificación de la deuda estadounidense, a pesar del acuerdo para que la mayor economía del mundo evitara la suspensión de pagos.
La debilidad del crecimiento económico de los países periféricos europeos y la desconfianza de los inversores en su capacidad para devolver los préstamos (Merrill Lynch indicó ayer que no invertirá en deuda española e italiana) también incidieron notablemente en la evolución de la deuda en esta jornada.
Poco después de la apertura, la prima de riesgo crecía hasta 403 puntos básicos, máximo desde 1997, mientras que el interés de la deuda nacional a diez años avanzaba hasta el 6,4%.
La Comisión Europea indicó al igual que el Ejecutivo, que España no se encuentra en una situación para ser rescatada.
Con la ayuda de algunos inversores -se hablaba de que China estaba comprando bonos españoles- y la subasta de deuda en Bélgica, que colocó 2.750 millones en obligaciones a diez años, la situación se relajó, aunque al final de la jornada volvió a tensarse.
El ataque se extendió a Portugal, que hoy subastará entre 500 y 750 millones de deuda a corto plazo. Italia, la tercera economía de la zona euro, no fue inmune al acoso de los inversores. Su deuda aumentó el interés en doce centésimas y se situó en el 6,12%.
[apunte]Las pérdidas de las bolsas internacionales y las ventas en el mercado de deuda condicionaron ayer la caída del parqué español, que bajó el 2,18% y registró otro mínimo anual en 9.100 puntos, nivel desconocido desde el comienzo de julio del año pasado.
El principal índice de la bolsa española, el IBEX 35, perdió 203,30 puntos, equivalentes al 2,18%, la séptima mayor caída del año, hasta 9.114,90 puntos. Las pérdidas anuales ascienden al 7,55%.
En Europa, con el euro a 1,42 dólares, las principales plazas europeas bajaron: Milán, el 2,53%; Fráncfort, el 2,26% el índice Euro Stoxx, el 1,87%; París, el 1,82% y Londres, el 0,97%.
El cierre casi neutro de Wall Street en la víspera, cayó el 0,1%, no impedía que la bolsa española volviera a abrir con pérdidas y que rápidamente cayera más del 1% por ciento y rompiera el nivel de 9.200 puntos.
El mercado ignoraba el descenso del paro en España en julio en algo más de 42.000 personas, con lo que el número de desempleados se bajaba hasta 4,08 millones.
La bolsa rebotaba una hora después de la apertura y conseguía momentáneamente ganancias, aunque las pérdidas, moderadas, volvían rápidamente.
Al apaciguarse las ventas en el mercado de deuda y surgir las declaraciones políticas -el Gobierno español descartaba aplicar más ajustes económicos, España recibía el apoyo de la Comisión Europea.[/apunte]