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La reforma ‘exprés’ de la ZEC embarranca en el adelanto electoral

ROMÁN DELGADO | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Otro proyecto político, económico y social de envergadura para Canarias está a punto de desmoronarse. Las consecuencias de este derrumbe serán, como poco, una larga espera, y también, que todo hay que decirlo, la demora en la aplicación de unas medidas de funcionamiento y de tipo fiscal que se habían concebido para dotar a la Zona Especial Canaria (ZEC), un espacio de baja tributación que nació con la Ley 19/1994 (del REF), de mayor operatividad, de más herramientas para captar actividad económica y de más opciones para convertirse, con todas las palabras, en verdadero sistema de captación de inversiones dirigidas a la diversificación de la economía en las Islas.

Todas estas voluntades, salvo que se produzca un revulsivo de última hora, un esfuerzo político de CC y PSOE de gran magnitud (de los gobiernos estatal y canario), se pueden ir al traste sin que luego casi sirva de nada el año largo trabajo sobre el particular; o sea, el tiempo que ya ha transcurrido entre la presentación de la proposición de ley en el Congreso y las fechas actuales.

Pero ¿de quién es la culpa? La culpa es, sobre todo, de la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de adelantar las elecciones generales al 20 de noviembre de este año, lo que implica la disolución de las Cortes en la segunda quincena del mes próximo, en septiembre. Es decir, ya, a la vuelta de la esquina.
Ello dejará en la cuneta, si no hay una solución política antes, la reforma exprés de la Zona Especial Canaria (ZEC); o sea, que ésta quedará en agua de borrajas, en un cajón y a la espera de lo que pueda pasar en la nueva legislatura de ámbito estatal, la que resulte del recuento de votos del 20-N y de los pactos políticos que se deriven de ese balance electoral.

Entonces puede pasar de todo y quizás las alianzas políticas tengan que reconstruirse. Como efecto de todo esto, tiempo y más tiempo, y una nueva espera de dos años para conseguir el objetivo de reforma que estaba previsto que se consolidara en el año 2011, para que así se pudieran aplicar los cambios en el ejercicio fiscal de 2012. Pero así son las cosas y así se hallan hoy en día. Hace falta un milagro, y el milagro en este caso es cosa de CC y PSOE, y de los plazos y de las formalidades legislativas.
La ZEC aspiraba con su reforma, la que ahora quizá no puede salir, a aportar el 3% del PIB canario en tres años, con la creación de hasta 10.000 nuevos empleos. Estas previsiones, que alegraban el futuro de las Islas, está complicado que se puedan cumplir en el próximo trienio, en la etapa 2012-2014.

[apunte]Casi un año después de que se iniciara el proceso de reforma de la ZEC en el Congreso (segundo semestre de 2010), aún no se ha obtenido una respuesta de la Comisión Europea (dictamen final sobre los cambios propuestos) que permita la aprobación definitiva de la proposición de ley.

Según fuentes vinculadas al proceso, el principal obstáculo para acelerar la reforma se ha encontrado en la falta de iniciativa del Ministerio de Economía y Hacienda y del propio Gobierno de Canarias para impulsar y cerrar el proceso de negociación con la Comisión Europea.

Debido al adelanto electoral, existe un elevado riesgo de que esta reforma quede en punto muerto, máxime si se tiene en cuenta que el PP de Canarias no ha creído en las posibilidades de este instrumento fiscal.

El principal objetivo de la reforma es contribuir a dinamizar la economía canaria en un momento muy delicado, en el que las Islas tienen la tasa de paro más alta de España y ante la constancia de que la renta por habitante se encuentra cada vez más alejada de la media española. Además, el coste fiscal generado por los cambios es inapreciable para el Estado.

Si no se aprueba ahora la reforma parcial del REF, se puede recuperar la propuesta más adelante, pero será para debatirla con el cambio integral del REF que se prevé aplicar en el periodo 2014-2020. Ello no ayudará a resolver los graves problemas que la economía canaria sufre en la actualidad y por ello no se rebajaría el efecto destructor de la crisis.[/apunte]