Licencia para matar…se

Estimados lectores, no se asusten, hoy no les voy a hablar de lo fácil que es comprar balas para una mágnum del 45 en un supermercado cualquiera de Miami, no. Hoy les voy a hablar de algo mucho más peligroso si cabe: sacarse el carné de conducir en la Florida o, lo que es lo mismo, la licencia de manejar.

¿Recuerdan cuánto tiempo y dinero invirtieron en sacar el carné de conducir? Que si la matrícula, que si las tasas, las prácticas, los exámenes…total, que de los 600 euros, mínimo, no se libra nadie y eso si no te da por suspender, que mi suegra se examinó seis veces del práctico y casi acaba con la herencia de sus nietos.

Pues bien, el otro día ,una amiga fue a preguntar qué había que hacer para obtener la licencia en la Florida y ¡se vino con ella puesta!
Ni autoescuela, ni nervios, ni test, ni leches en vinagre. Mi amiga llegó a las siete de la mañana a la oficina de tráfico. A dos metros de la puerta una señora empotrada en un taburete playero le ofreció por 20 dólares las respuestas del examen teórico ¡ños! con eso no me compré ni el libro en España (pensó “mi amiga”).

El examen, de pie y en ordenador, fueron 20 preguntas, de las cuales puedes fallar cinco, ¡echen cuentas qué nivelazo! Después de esta dura prueba viene lo peor, el examen práctico: cinco minutos de trepidante recorrido en coche automático, sí, sí… del que no se cala nunca jamás y con pruebas tan difíciles como: aparcar en batería y de frente entre dos conos donde cabría un camión, parar en un STOP y frenar en seco; fin del examen… estás aprobada.

Te permiten tener 30 fallos, y no sé a cuantas personas tendría que haber atropellado para que no me dieran el carné, ejem, esto…perdón a mi amiga.

En total, carné de conducir: 120 dólares y 3 horas. Personalmente, prefiero que me apunten con la mágnum antes que ponerme delante de un Mustang, porque aquí los coches…los carga el diablo.