Agustín Santana, presidente de la asociación de vecinos, muestra un lugar muy peligroso del barrio. / J. GANIVET
AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | SANTA CRUZ DE TENERIFE
El Sobradillo es un barrio santacrucero que nació y creció a los lados y lo largo del camino, en torno a lo que se convirtió en carretera general y que, después de la gran expansión urbanística experimentada en la última década, sigue siendo la columna vertebral del barrio. Por eso las carencias y defectos en esta vía central son motivo de preocupación generalizada y la principal reivindicación de la nueva Asociación de Vecinos El Sobradillo, nacida a principios de este año como una escisión de la A.V. 7 Islas. La falta de imbornales para recoger el agua de lluvia y la carencia de alumbrado público son dos demandas que los vecinos de esta populosa zona del Distrito Suroeste vienen reclamando, desde hace años, al Cabildo de Tenerife, competente en el caso de la carretera general, y siguen sin respuesta.
El presidente de la nueva Asociación de Vecinos El Sobradillo, Agustín Santana, ha intentado sin éxito reunirse recientemente con el presidente del Cabildo o con la consejera de Carreteras, al objeto de pedir a la Corporación insular que acelere en lo posible la construcción de los imbornales y las canalizaciones pluviales en la carretera general, antes de que comience el invierno, pues cada vez que llueve con intensidad el agua corre por la carretera como un río e inunda las casas y comercios que están a ras de la calzada.
Este muro a punto de caerse, amenaza la carretera. / J. G.
El presidente de la asociación alerta de que otro de los problemas que traen de cabeza a los vecinos, y que también compete al Cabildo, es la inseguridad vial existente en la carretera general de El Sobradillo durante la noche, pues apenas existe alumbrado público. “En algunas tramos los peatones se juegan la vida por las noches porque la carretera está totalmente oscura y hay mucho tráfico”, comenta.
Solar peligroso
Con la atención del Ayuntamiento de Santa Cruz están más satisfechos, sobre todo desde que fue retirada una grúa abandonada en medio de la calle La Mancha, después de tres años de lucha reivindicativa. Precisamente, al lado de donde estuvo esa grúa hay un solar abandonado que representa un serio peligro para los transeúntes, especialmente para los niños, pues no está vallado y en el interior hay un desnivel de cuatro metros de profundidad.
“Varias personas se han caído y han resultado heridas en esta zona porque la acera está intransitable y llena de hierros. La policía Local colocó una vallas pero ahí están tiradas. Lo que hace falta es que cierren el solar con un muro o lo rellenen antes de que pase una desgracia, porque además se llena de agua cuando llueve y una de las casas contiguas tiene los cimientos en el aire y puede desmoronarse”, explicó Agustín Santana, quien agradeció al Ayuntamiento la reciente instalación de varios pasos de peatones y paradas de guaguas que la asociación había pedido.
La próxima semana la junta directiva de la Asociación de Vecinos El Sobradillo tiene previsto reunirse con la concejala de este distrito y, aparte de exponerle estos problemas y necesidades, quiere hacer hincapié en otras cuestiones que siguen sin resolverse, como las carreras ilegales de coches en la avenida Las Hespérides y la Gallega Alta que, según Agustín Santana, se podrían erradicar con la instalación de pasos de peatones elevados.