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Ruidos y peleas en Ramón y Cajal

   

Los ciudadanos dicen que los problemas se han agravado desde finales del pasado año.| JAVIER GANIVET

SANTY TORRES | Santa Cruz de Tenerife

La céntrica calle Ramón y Cajal, del municipio de Santa Cruz, está siendo en estos últimos meses escenario de múltiples peleas y actuaciones policiales, debido a los altercados que se producen en los bares de la parte alta de esta vía.

Esta parte de la ciudad, perteneciente al barrio de Duggi, del distrito Centro-Ifara, es el lugar de residencia de muchos ciudadanos. Darío Álvarez, presidente de la Asociación de Vecinos El Monturrio, afirma que siempre han tenido algunos problemillas con estos establecimientos, pero advierte que “lo más grave está ocurriendo desde finales del pasado año”. “Se montan muchos escándalos, porque la gente que sale de estos sitios está totalmente disparatada”, asegura Álvarez. El presidente del colectivo vecinal reside en la mencionada calle, pero en la zona más baja de ésta, y mantiene que no va “allí arriba porque da sensación de mal rollo”.

Por otra parte, los vecinos no entienden la nueva ampliación del horario de cierre de bares y discotecas, que, a su modo de ver, “sólo genera molestias a los vecinos hasta altas horas de la madrugada”.

Asimismo, denuncian la realización de botellón en plena calle, lo que condiciona las peleas y crispa aún más, con lo que hay mayor mal ambiente. “No hay la debida vigilancia en la zona”, apostilla Darío Álvarez.

A su modo de ver, “siempre hay cuatro o cinco coches policiales en la avenida de Anaga, mientras que aquí nunca disponemos de efectivos policiales porque no les interesa”. Además, añade que desde la asociación “se ha hablado con directivos de la Policía Nacional, pero que habrá que seguir insistiendo” para que tomen las medidas oportunas.

Las actuaciones policiales y las denuncias se concentran en determinados locales de ocio junto a la vía. | J.G.

Intervenciones policiales

La Policía Local ha llevado a cabo varias intervenciones en los bares de esta vía santacrucera. La mayoría de las actuaciones han sido motivadas por llamadas de los vecinos que no podían descansar por los ruidos y la música alta. A lo largo de este año, estos servicios policiales han transcurrido normalmente en un periodo que oscila entre las doce de la noche y las cuatro de la madrugada. Hasta un total de 17 actuaciones policiales han tenido lugar en esta calle en lo que va de año. Por ejemplo, en febrero, marzo y mayo transcurrieron cuatro intervenciones cada mes. Todos estos acontecimientos aparecen concentrados en unos pocos bares de la parte alta de la calle de Ramón y Cajal.

Por lo tanto, las reclamaciones de los vecinos quedan perfectamente reflejadas en los archivos de la Policía Local. Ahora sólo queda luchar para que se evite este problema, y que los ciudadanos que residen en esta zona tan céntrica puedan pasear por sus calles y dormir tranquilos.