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Sí se Puede acusa al Cabildo de ocupar una parada de guaguas en Las Teresitas para colocar la Oficina de Información del Tren

   

EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

Alternativa Sí se Puede ha acusado al Cabildo de Tenerife y a Metropolitano de haber elegido la parada y zona de maniobras que utilizan las guaguas en Las Teresitas para colocar el “contenedor de propaganda” del Tren, al tiempo que ha lamentado que se trate de “aprovechar” la afluencia de público durante el mes de agosto “en su campaña a favor de los ferrocarriles del Norte y del Sur, carísimos y muy poco adaptados al territorio insular”.

Por todo ello, la organización ecosocialista ha exigido al Ayuntamiento de Santa Cruz que proceda “de inmediato” a multar al Cabildo por aparcamiento indebido y a retirar con la grúa el “cajón pro-tren”, que es “el modo de proceder legal y lógico contra cualquier artefacto que invada las paradas de guaguas”.

En una nota de prensa, Sí se Puede ha advertido de que el “cajón publicitario” del Cabildo “invade el espacio de giro de las guaguas, vuelve prácticamente imposible que los conductores maniobren para arrimar el vehículo a la acera de la parada -facilitando de este modo la subida y bajada de personas en silla de ruedas- y pone en peligro la integridad física de los peatones atraídos por la propaganda ferroviaria”. Igualmente, ha criticado que no se utilice para este fin el espacio de aparcamiento de algunos coches particulares, sino “de manera paradójica” el del transporte colectivo.

Para la organización ecosocialista, “esto representa todo un símbolo de lo que en la práctica provocarían los absurdos proyectos de trenes para Tenerife: una competencia desleal al sistema de transporte público más flexible y eficiente para nuestro territorio: las guaguas”. Es más, Sí se Puede ha advertido de que así lo reconocen algunos estudios encargados por la Administración insular, como el del Tren del norte, que afirmaba que éste “apenas detraerá un 10 por ciento de coches de las carreteras, absorbiendo en cambio buena parte del pasaje de quienes en la actualidad utilizan ya la guagua, todo ello con un coste económico brutal (superior al medio billón de las antiguas pesetas sumando los dos trenes) en la etapa de mayor crisis económica y social de nuestra historia reciente”.