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TACORONTE >

Un hotel muy animal

   

Personal de la residencia canina Tagoro. | JAVIER GANIVET

SANTY TORRES | Santa Cruz de Tenerife

El abandono de animales es algo que, desafortunadamente, está a la orden del día. Son muchas las familias que deciden emprender sus vacaciones veraniegas, pero para ello, hay que desprenderse primero de una gran lacra del hogar: la mascota. Parece increíble que esto suceda, pero es una práctica muy habitual, y no por ello menos cruel. Por esta razón, hay que destacar la labor que realizan las residencias de mascotas, y por supuesto, la de los dueños que deciden dejarlos temporalmente en estos establecimientos, en lugar de abandonarlos a su suerte en cualquier esquina.

La residencia canina Tagoro se encuentra en el municipio de Tacoronte. Su fundadora y directora es Magdalena Negrín Ponte, quien decidió abrir este peculiar hotel hace ya casi 30 años, con la intención de que los perros pudieran disfrutar de un entorno adecuado mientras sus dueños estaban ausentes.

En la actualidad, esta residencia de perros dispone de una buena y consistente clientela. Domi Cruz, una de sus trabajadoras afirma que “podemos llegar a tener hasta 70 perros aquí”. Aún así, Pablo Cruz, su hermano y también empleado de la residencia, explica que “la crisis también nos ha afectado a nosotros”. “Julio ha sido un mes flojo, porque las familias estaban a la espera de ofertas y descuentos vacacionales, y no iban a dejar su mascota si al final no se iban a ningún lado”, argumentan.

El período de hospedaje puede ser muy variopinto. “Lo más normal es que los animales estén unos 15 o 20 días”, apostilla Pablo. Aunque, “algunos han estado seis meses, y hasta dos años”, afirma. Estos largos períodos de estancia son debidos a personas que buscan piso y, mientras lo hacen, dejan a su animal en buenas manos, donde lo pueden visitar con frecuencia.

El trabajo

Domi cuenta que su trabajo “es muy bonito”, pero también es sacrificado, porque “trabajamos todos los días”, añade. Y es lógico, porque “cuando todo el mundo está de vacaciones, tú estás en pleno trabajo cuidando a sus animales”, explica. Su jornada laboral comienza cada mañana con el paseo diario de cada perro, al que se añadirá otro por la tarde. Además, a esto hay que sumarle el cuidado y la limpieza de las casetas. El resto del día transcurre en función a las especificidades de cada huésped. “Algunos perros están acostumbrados a comer tres veces al día y otros solo mañana y noche”, afirma Domi. “Hay que estar pendiente de los perros todo el día”, dice.

Como dato curioso, comenta que “hay un pastor alemán al que tenemos que ponerle dos gotas en los ojos diariamente”. Además, matiza que “hay que tener mucho cuidado con los perros de rostros chatos, porque son muy delicados al calor, y a veces, hay que mojarlos”, por lo que queda demostrada que la dedicación de los empleados de esta residencia es máxima. Resulta interesante el hecho de que los perros nunca se quedan solos, ni siquiera en la noche, porque la directora del centro se encarga del cuidado nocturno. A pesar de todo, Domi comenta que “es un trabajo agradecido porque los perritos te llenan de vida”. Por esta razón, ella es “flexible” con su horario. “Hay clientes que vienen a buscar al perro fuera de horario porque se les ha retrasado el avión, y nosotros debemos entenderlo”, añade.

No solo perros

La residencia Tagoro no solo atiende a perros, sino que también es el lugar de visita de algunos gatos, conejos, pájaros y hasta tortugas. Domi explica que hay muy pocas plazas para gatos, pero de todas formas, “se hizo una reforma para que estén más cómodos y frescos”. Este hotel está especializado en perros, y el 50% de los gatos que ingresan en él son de familias que poseían ambas mascotas, o de gente que conocen desde hace muchos años. Además, este mes cuidan a una pareja de tortugas y un par de pájaros. Además, tampoco es la primera vez que el hotel acoge a varios conejos.

En cuanto a estas últimas especies, Domi cuenta que no son “importantes económicamente, pero sí tienen mucho significado desde el lado humano”. Según explica, la mayoría de estos animales exóticos, son favores que se hacen a los dueños. “Te dejan al perro, y te dicen que no tienen con quién dejar a sus tortugas, así que terminas por hacerlo como un favor personal”, argumenta Domi.

Contra el abandono

El personal de la residencia Tagoro es un ejemplo para todos los dueños de canes y de cualquier otra mascota. Contra el maltrato y abandono de animales, Domi simplemente pide a los dueños que “tengan corazón”. Por otra parte, recuerda que la implantación del chip localizador es “obligatoria”.

Asimismo, Pablo hace un llamamiento para que se tenga “mano dura” con los dueños. “Si no están capacitados para cuidar a un animal, que no lo compren”, dice. Junto a esto, pide a los ayuntamientos que “colaboren con las pocas residencias que hay”, porque lo que suelen hacer es poner “trabas” a su trabajo. Nadie pone en duda que el perro siempre estará más a gusto en su casa con su dueño. Pero, afortunadamente, existen lugares donde poder dejarlos temporalmente, y con la certeza de que estarán en buenas manos.