AGENCIAS | Madrid
Una multitud de un millón y medio de peregrinos, según han confirmado a Europa Press fuentes policiales, han despedido a Benedicto XVI en la ‘misa de envío’ celebrada este domingo en el aeródromo de Cuatro Vientos.
Antes de la ceremonia, el Papa ha pasado con el ‘papamóvil’ por todos los viales para saludar a los peregrinos y para agradecerles su “resistencia” este sábado ante la lluvia torrencial que cayó durante el discurso del Pontífice.
Tras saludar a los Reyes, el Pontífice ha subido al altar en procesión y posteriormente el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Maria Rouco Varela, le ha dirigido un saludo en el que ha valorado la actitud de los jóvenes ante las inclemencias del tiempo y a lo largo de toda la Jornada y ha resaltado que urge un “sí” a Cristo, las vidas convertidas, el sacerdocio al apostolado seglar y al matrimonio y la familia según el Plan de Dios.
Espero que hayáis podido dormir
Tras la tormenta vivida este sabado por la noche, el Pontífice ha querido dirigir a los jóvenes un breve saludo en el que les ha transmitido que ha pensado mucho en ellos esta noche y que espera que hayan podido “dormir y rezar” a pesar de las inclemencias del tiempo.
“Esta madrugada habréis levantado los ojos al cielo más de una vez; y no sólo los ojos, sino también el corazón –ha proseguido–. Eso os habrá permitido rezar”. “Dios saca bienes de todo; con esta confianza, y sabiendo que el Señor nunca nos abandona, comenzamos la celebración eucarística llenos de entusiasmo y firmes en la fe”, ha afirmado.
Junto al Pontífice, han concelebrado la misa con el Arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio Maria Rouco Varela y el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone
Durante su homilía, el Papa ha recordado a los jóvenes que el mundo necesita el testimonio de su fe y necesita “ciertamente a Dios”. “A vosotros también os incumbe la extraordinaria tarea de ser discípulos y misioneros de Cristo en otras tierras y países donde hay multitud de jóvenes que aspiran a cosas más grandes” ha destacado el Papa.
“Seguir a Jesús en la fe es caminar con él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir en solitario”
Benedicto XVI pidió a los cientos de miles de jóvenes que asistieronn a la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud que no se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia, “ya que quien cede a la tentación de ir por su cuenta corre el riesgo de no encontrar nunca a Cristo”.
“Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario. Quien cede a la tentación de ir ‘por su cuenta’ o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrarle o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él”, afirmó el Papa en la homilía celebrada en la base aérea de Cuatro Vientos, en las afueras de Madrid.
El Papa invitó a los jóvenes a responder con “generosidad y valentía” a Cristo, “como corresponde a unos corazones jóvenes como los vuestros”. “No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios”, afirmó.
El obispo de Roma dijo también que la Iglesia “no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios”.
“El mismo Cristo se refiere a ella como ‘su’ Iglesia. No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo. La Iglesia no vive de sí misma, sino del Señor. Él está presente en medio de ella, y le da vida, alimento y fortaleza”, aseguró. Permitidme que, como Sucesor de Pedro, os invite a fortalecer esta fe (…). Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia”.
El Pontífice invitó a los jóvenes a fortalecer la fe y les dijo que tener fe es apoyarse en la fe de los hermanos y que sirve de apoyo para la de otros. “Os pido, queridos amigos, que améis a la Iglesia, que os ha engendrado en la fe, que os ha ayudado a conocer mejor a Cristo, que os ha hecho descubrir la belleza de su amor”, subrayó el Papa.
Benedicto XVI aseguró que para que “crezca” la amistad de los muchachos con Cristo es “fundamental” que formen parte de las parroquias, comunidades y movimientos, “así como la participación en la Eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón y el cultivo de la oración y meditación de la Palabra de Dios”.
De esa amistad con Jesús, añadió, nacerá también el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia. El Papa manifestó que no se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás.
“Pienso que vuestra presencia aquí, jóvenes venidos de los cinco continentes, es una maravillosa prueba de la fecundidad del mandato de Cristo a la Iglesia: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”, afirmó.
El Papa señaló en la homilía que a los jóvenes incumbe la “extraordinaria tarea” de ser discípulos y misioneros de Cristo “en otras tierras y países donde hay multitud de jóvenes que aspiran a cosas más grandes y no se dejan seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios”.
Al finalizar la ceremonia, Benedicto XVI ha entregado una cruz a cinco jóvenes como signo de que sólo en Cristo “hay salvación y redención”, según ha explicado el presidente del Pontificio Consejo de los Laicos, el cardenal Stanislaw Rylko. Uno de estos jóvenes, Miguel, voluntario de comunicación de la JMJ se ha mostrado “muy emocionado”, en declaraciones a Europa Press, tras hablar con el Santo Padre, al que ha definido como una persona “muy entrañable”. “Me ha preguntado de qué país era, le he respondido que de España y he empezado a hablarle” ha subrayado, al tiempo que ha afirmado que el Pontífice le ha escuchado “atentamente”.
Posteriormente, el Papa ha recitado la oración del ‘ángelus’ y ha saludado a los jóvenes en español, inglés, francés, alemán, italiano, portugués y polaco. En español, Benedicto XVI les ha recordado que deben dar un testimonio “audaz” pero “sencillo” de su fe, al mismo tiempo que en francés les ha pedido que no tengan miedo de ser católicos, lo que ha provocado los aplausos y cantos de ‘Benedicto, Benedicto’ o ‘esta es la juventud del Papa’ del millón y medio de jóvenes que se encuentran en Cuatro Vientos.
A los de lengua francesa, les ha aconsejado que sean “testigos valientes y sin complejos” y les ha pedido que no tengan miedo de ser católicos y den “siempre” testimonio de ello a su alrededor, “con sencillez y sinceridad”.
A los asistentes de lengua inglesa, que lleven “la Buena Noticia del amor de Cristo”, que han experimentado “en estos días inolvidables”, mientras que a los peregrinos alemanes les ha asegurado que la fe “no es una teoría” y que confíen en Cristo toda su vida. A los italianos, les ha pedido que anuncien “a todos” lo que han “visto y oído” en Madrid.
El saludo más afectuoso lo ha dirigido a los peregrinos brasileños, que, en portugués les ha dicho que espera verles dentro de dos años en la JMJ de Rio de Janeiro. “Hasta entonces, recemos unos por otros, dando testimonio de la alegría que brota de vivir enraizados y edificados en Cristo. Hasta pronto, queridos jóvenes”, ha concluido.
[apunte]
Accidente de Spanair
El Papa Benedicto XVI ha recordado antes del rezo del Ángelus en Cuatro Vientos a las 154 víctimas del accidente de Spanair, que este sábado cumplió su tercer aniversario, y ha enviado a los familiares de las mismas su “afecto entrañable” y “cercanía espiritual”.
“Al conmemorarse ayer el tercer aniversario del grave accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de Barajas, que ocasionó numerosas víctimas y heridos, deseo hacer llegar mi cercanía espiritual y mi afecto entrañable a todos los afectados por ese lamentable suceso, así como a los familiares de los fallecidos, cuyas almas encomendamos a la misericordia de Dios”, ha afirmado.
[/apunte]
Río de Janeiro, próxima sede
Benedicto XVI ha anunciado que la próxima Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar en 2013 en Río de Janeiro, lo que ha provocado una inmensa ovación de los brasileños, y ha invitado a todos los asistentes y jóvenes del mundo a la ciudad brasileña “pidamos al Señor ya desde este instante que asista con su fuerza a cuantos han de ponerla en marcha y allane el camino a los jóvenes de todo el mundo para que puedan reunirse nuevamente con el Papa en esa bella ciudad brasileña” ha afirmado el Pontífice.
Antes de despedirse, y con motivo de la entrega de la cruz de la JMJ por los jóvenes españoles a los de Brasil, el Pontífice ha dicho que confía a todos los presentes el “gran cometido” de llevar “el conocimiento y el amor de Cristo por todo el mundo”. “Él quiere que seáis sus apóstoles en el siglo veintiuno y los mensajeros de su alegría ¡No lo defraudéis!”, ha añadido.
De este modo, tras Buenos Aires (1987), la ciudad brasileña será la segunda de América del Sur en celebrar el encuentro internacional, tras Buenos Aires (1987). Con la de Madrid ya se han celebrado 26 JM, todas ellas presididas por el Papa y once fuera del Vaticano –Buenos Aires (Argentina), Santiago de Compostela (España), Czestochowa (Polonia), Den ver (Estados Unidos), Manila (Filipinas), París (Francia), Roma (Italia), Toronto (Canadá), Colonia (Alemania) y Sydney (Australia)–. Cerca de 20 millones de jóvenes han acudido a estos encuentros internacionales.
Brasil, el mayor país iberoamericano es también el que cuenta con más católicos. Según los datos publicados por la Santa Sede antes de la anterior visita del Pontífice en 2007, en el país habría 155,63 millones de católicos, un 84,5 por ciento de la población en aquel momento.
La Jornada Mundial de la Juventud ha supuesto un encuentro entre jóvenes cristianos de todo el mundo, y Benedicto XVI ha afirmado que está muy satisfecho con la gran cantidad de asistentes que han viajado a Madrid y espera que sean “fermento de nuevos cristianos” y que hagan “que la Iglesia despunte con pujanza en el corazón de muchos”.
Dirigiéndose a los peregrinos, les ha pedido que tras el regreso a sus países y residencias habituales cuenten a sus amigos la experiencia vivida en Madrid. “Vuestros amigos querrán saber qué es lo que ha cambiado en vosotros después de haber estado en esta noble Villa con el Papa y cientos de miles de jóvenes de todo el orbe”, les ha avisado.
Por eso, les ha insistido en que den un “testimonio audaz” de vida cristiana ante los demás para ser “fermento” de nuevos cristianos. “Haréis que la Iglesia despunte con pujanza en el corazón de muchos –ha aseverado– ¡Cuánto he pensado en estos días en aquellos jóvenes que aguardan vuestro regreso!”. “Transmitidles mi afecto, en particular a los más desfavorecidos, y también a vuestras familias”, ha añadido.
El Papa ha valorado también en esta despedida la “impresionante” y “significativa” asistencia a esta Jornada Mundial de la Juventud de obispos y sacerdotes, a los que a su vez ha dado las gracias, “muy desde el fondo del alma”. Asimismo, les ha animado a seguir cultivando la pastoral juvenil “con entusiasmo y dedicación”.
También ha agradecido “vivamente” al Ejército del Aire que haya cedido “con tanta generosidad” la Base Aérea de Cuatro Vientos, en el centenario de la creación de la aviación militar española. “Pongo a todos los que la integran y a sus familias bajo el materno amparo de María Santísima, en su advocación de Nuestra Señora de Loreto”, ha afirmado.
Por último, el Papa se ha despedido de los jóvenes con un “hasta pronto, queridos jóvenes” visiblemente contento y ha saludado a algunos de los peregrinos brasileños que han recogido la Cruz de las Jornadas, mientras miles de jóvenes homenajeaban al Pontífice con un caluroso aplauso.
Al finalizar la misa; miembros de parroquias, congregaciones y movimientos de Francia, Congo, Italia y China, entre otros países, se han acercado hasta una mesa cercana al escenario en la que se podían recoger las casullas sobrantes para llevarlas a las Iglesias más necesitadas.