SUSANA NASSER | SANTA CRUZ DE TENERIFE

A pesar de su juventud, Alba Peña ya está dejando huella en el mundo del baloncesto. Con solo 16 años, la jugadora tinerfeña se ha proclamado recientemente campeona de Europa con la selección española U16 en Cagliari, Italia. Allí, tras haber realizado un laborioso trabajo, las jóvenes promesas se colgaron la medalla de oro y se alzaron como las mejores de Europa. “Estoy muy contenta porque fue muy difícil de conseguir y más a mi temprana edad”, dijo.
Cuando pisó por primera vez el que iba a ser el escenario del Europeo, la tinerfeña se sorprendió ante el reconocimiento de parte del público internacional hacia la selección U16. “Todo el mundo nos miraba; se nos acercaron unos españoles que nos dijeron que sabían que éramos una de las favoritas para el oro”, explicó.
A pesar del optimismo reinante, las jugadoras eran conscientes de que se trataba de un logro que, para alcanzarlo, había que trabajar mucho. “Nosotras íbamos a hacer lo posible para quedar en lo más alto; sabíamos que estaba en nuestras manos. Éramos conscientes de ello”, comentó.
En el desarrollo del campeonato, los nervios estuvieron presentes en los momentos previos al mismo, por lo que era necesaria mucha concentración. Así, la música fue, para las jugadoras, una pieza muy importante durante el torneo. “Siempre escuchábamos canciones alegres”, entre las que más sonaban Lady, y Goal que servían de motivación para la previa de los encuentros”.
Pero, con tanta tensión, también hubo tiempo para divertirse: “Nos reuníamos en una habitación y una de las niñas, imitaba a personas de la televisión y nos poníamos a grabarla; nos reíamos mucho. El buen ambiente fue fundamental”.
Para Alba, el momento culminante fue el duelo contra Bélgica en la final del Europeo de la categoría donde ganaron por 43-67 en un encuentro “muy complicado”, aseguró. Sin embargo, nadie pudo contra la selección U16. Para Alba, el pilar más importante fue “el compañerismo” existente entre todas las jugadoras; “ha sido increíble y hemos sido un gran apoyo entre nosotras”, declaró.
Durante el tiempo libre “se veía a otras selecciones dispersadas, mientras que nosotras nos reuníamos en las habitaciones con las chicas”, recalcó. Además, las jugadoras junto al segundo entrenador, fueron “un gran apoyo” para la tinerfeña. “Mis padres y mis hermanas también me ayudaban siempre a través del móvil”. De regreso a España la esperaban sus familiares y el recibimiento “fue increíble”.
Para Alba Peña el baloncesto tiene un significado muy especial. “Sin él no sabría qué hacer; no podría estar en mi casa viendo la tele, nunca he pensado en dejarlo y es lo que más me gusta hacer”. Ahora su mayor aspiración se centra en “hacerlo lo mejor posible” esta temporada con el Uni CajaCanarias.