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De indios y vaqueros > Elba Navarro

   

Mi padre, Agustín Navarro, es un hombre que se viste por los pies, de gustos clásicos y fiel a sus principios. Uno de esos gustos es el cine del Oeste, y uno de sus principios, quedarse dormidito viendo las películas que emiten por la tarde en TelevisiónCanaria. Pero da igual cuanto cine haya visto mi padre o el resto de los mortales, porque siempre hay una verdad irrefutable: los vaqueros ganan y los indios pierden. Con semejante afirmación, yo me he preguntado por qué las películas del Oeste están catalogadas como western y no como ciencia ficción, porque eso de que los indios pierden… en Miami suena a pitorreo. Aquí ser indio, mola mazo, que diría Camilo Sesto: te dan una generosa paguita por haber nacido bendecido por los dioses; eso sí, si te casas con alguien que no es de la tribu, la pierdes. Tienes pasaporte propio, policía propia, medicina propia y, todo lo que se les ocurra, propio. Y para propio, los derechos del juego en Estados Unidos. Es decir, que aquí los bingos, casinos y tragaperras al uso, pertenecen todos a las tribus indias, así que la frase “voy a hacer el indio” debe significar: me voy a forrar montando un casino mientras me dan la paguita por ser indígena. De todas aquellas imágenes que tenemos en la cabeza de los pieles rojas o los pies negros atacando a las diligencias, nada de nada. Los caballos se han convertido en impresionantes cochazos, las tiendas con forma de cucurucho escachado ahora son chalets con vistas a los pantanos… y lo peor, la canoa donde Pocahontas se enamoró de John Smith, es ahora un aerodeslizador que despeinaría a cualquier princesa de Disney por mucha laca que se pusiera. Lo único que me ha hecho recordar que los indios son indios, es la vestimenta, que todavía se concibe como una sucesión de colores altamente incombinables con el resto de ropa del universo. Vamos, lo que sería la versión indígena de Agatha Ruíz de la Prada manteniendo los precios de alta costura a saber: falda de india 900$, blusa 400$; con estos precios no les alcanza para zapatos ¿será por eso lo de pies negros? Bueno, a pesar de todo, he decidido que quiero ser india: una, para que me vea mi padre en la tele, y dos, por lo de la paguita, of course.