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Las rupturas matrimoniales vuelven a crecer en Canarias

   

Tras los descensos registrados entre 2006 y 2009, vuelven a crecer las rupturas matrimoniales en 2010. | DA

EUROPA PRESS | Madrid

Las rupturas matrimoniales aumentaron un 3,9 % en 2010 (110.311 casos) respecto al año anterior, lo que supone que empiezan a crecer tras los descensos registrados entre 2006 y 2009, según la ‘Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios’ del Instituto Nacional de Estadística (INE). Casi 5.800 parejas se separaron o divorciaron el año pasado en Canarias.

Por tipo de disolución matrimonial, se produjeron 102.933 divorcios (un 4,7% más que en el año anterior) y 7.248 separaciones (un 5,6% menos). Además, hubo 140 nulidades, un 10,2% más que en 2009. De esta manera, se consolida la tendencia al alza de los divorcios, ya que representan el 93,3 por ciento de las rupturas.

Asimismo, en 2010 se produjeron 245 disoluciones de matrimonios homosexuales, de los que 137 fueron entre hombres y 108 entre mujeres. El 67,7 por ciento de las rupturas fueron de mutuo acuerdo, frente al 64,6 por ciento registradas el año anterior.

Del total de divorcios, el 67,4 por ciento fueron de mutuo acuerdo y el 32,6 por ciento no consensuados. Por su parte, el 70,7 por ciento de las separaciones fueron de mutuo acuerdo y el 29,3 por ciento contenciosas.

Ambas cifras suponen un crecimiento, en términos relativos, de las rupturas consensuadas respecto al año anterior, ya que en 2009 el 64,4 por ciento de los divorcios y el 67,6 por ciento de las separaciones fueron de mutuo acuerdo. En el 13,3 por ciento de los divorcios hubo separación previa, frente al 17,1 por ciento del año anterior.

La edad, entre 40 y 49 años

El mayor número de rupturas tuvo lugar en la franja de edad entre 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres. La edad media de las mujeres en el momento de la disolución matrimonial fue de 42 años y de 44,6 en el caso de los hombres, ambas edades ligeramente superiores a las registradas en 2009.

El 86,2 por ciento de las disoluciones tuvo lugar entre cónyuges de nacionalidad española, en el 8,9 por ciento uno de los cónyuges fue extranjero y en el 4,9 por ciento ambos cónyuges eran extranjeros. Respecto al año anterior se aprecia un ligero aumento en términos relativos, tanto de las disoluciones en las que ambos cónyuges fueron extranjeros, como de aquellas en las que al menos uno de los cónyuges lo era.

La duración media de los matrimonios disueltos en el año 2010 fue de 15,5 años, cifra ligeramente inferior a la observada en 2009. Así, tres de cada diez divorcios se produjeron después de 20 años de matrimonio y dos de cada diez en uniones que duraron entre seis y 10 años. En el caso de las separaciones, el 45,5 por ciento tuvo una duración superior a 20 años y el 15,8 por ciento entre seis y diez años.

El 42,9 por ciento de los matrimonios disueltos en el año 2010 no tenían hijos, frente al 46,4 por ciento del año anterior; el 48,5 por ciento tenían hijos menores de edad, el 3,8 por ciento mayores de edad dependientes.

Custodia para el 83% de las madres

La custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 83,2 por ciento de las rupturas matrimoniales, cifra similar a la observada en el año anterior (84%). En el 5,7 por ciento de las disoluciones la custodia la obtuvo el padre (similar al 5,6% de 2009), en el 10,5 por ciento fue compartida (ligeramente superior al 9,7% del año anterior) y en el 0,6 por ciento se otorgó a familiares o instituciones.

En lo que concierne a la presentación de la demanda de disolución matrimonial, en el 47,9 por ciento de los casos la demanda fue presentada por ambos cónyuges (superior al 45,5% de 2009), en el 32,5 por ciento por la esposa (30,1% en 2009) y en el 19,6 por ciento por el marido (24,4% en 2009). Este orden de prelación se mantiene tanto en los divorcios como en las separaciones.

Disminuye la duración de los procesos

El 72,4 por ciento de las demandas de divorcio se resolvió en menos de seis meses, mientras que el 8,1 por ciento se demoró más de un año.

En las separaciones, el 76,7 por ciento se resolvió en menos de seis meses y el 7,1 por ciento tardó más de un año. Así, la duración media de los procesos fue de 4,8 meses, ligeramente inferior a los 4,9 meses observada en el año anterior.

El número de disoluciones matrimoniales por cada 1.000 habitantes en España fue de 2,35 en el año 2010, superior a la registrada el año anterior (2,27). Por comunidades autónomas, las que registraron las mayores tasas de rupturas matrimoniales por cada 1.000 habitantes fueron Cataluña (2,78), Canarias (2,72) y la ciudad autónoma de Ceuta (2,73).

Por el contrario, las comunidades autónomas con menores tasas fueron Castilla y León (1,73), Extremadura (1,76) y Castilla-La Mancha (1,82).