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ACTO DE PIRATERÍA >

Once días sin noticias

   

EFE | Madrid

Los 23 tripulantes del petrolero “Mattheos I”, cinco de ellos españoles, han sido este sábado puestos en libertad a 200 millas de Tomé, la capital de Togo, después de once días de cautiverio a manos de unos piratas, cuya acción apuntaba desde un inicio más al robo de combustible que a una petición de rescate.

Esta liberación del buque, capitaneado por el peruano Luis Alberto Chamochumbi, se ha producido sobre las 10:00 horas, cuando al parecer los pitaras abandonaron este petrolero de 183 metros de largo después de sustraer 7.500 toneladas métricas de gasóleo.

Y es que la hipótesis del robo ha sido mantenida desde el inicio de este secuestro por la empresa propietaria del buque, Consultores de Navegación, que hoy, además de mostrar su satisfacción y alivio por esta liberación, ha confirmado que los asaltantes se han llevado 7.500 toneladas de un total de 46.000 que transportaba el buque.

“Mattheos I” zarpó desde Rotterdam (Países Bajos) a comienzos de agosto con una carga de combustible rumbo al puerto de Lomé.

A bordo, 23 tripulantes, 14 de ellos filipinos, cinco españoles, dos ucranianos y dos peruanos (uno de los peruanos, un marinero, posee, además, la doble nacionalidad peruana/española), una dotación que se encuentra bien, aunque uno de ellos (no español) está herido no de gravedad por un golpe sufrido en la clavícula en el asalto.

Propiedad de una empresa española aunque con bandera chipriota, el petrolero, que no llevaba vigilantes de seguridad, fue embestido el 14 de septiembre por un grupo de piratas a unas 60 millas de las costas de Togo, cuando trasvasaba gasoil a un barco noruego.

Desde las primeras horas, la empresa propietaria defendió la posibilidad de que se podía tratar de un robo, teniendo en cuenta episodios parecidos que habían tenido lugar en la zona últimamente.

La hipótesis se basaba en que los últimos casos de asalto en el Golfo de Guinea, como el del “Mattheos I”, habían sido diferentes a los secuestros producidos en las costas de Somalia, puesto que sus autores no habían reclamado rescate y se limitaban a robar la carga.

Por esta misma razón, Consultores de Navegación confió en que el secuestro del barco no iba a durar muchos días.

Pese a esto, la espera ha estado marcada por la incertidumbre y la prudencia, pues ni la empresa que seleccionó la tripulación -Ibernor-, ni la propietaria del barco, ni las autoridades españolas e internacionales tuvieron noticias del estado de los tripulantes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, que desde que saltó la noticia estuvo haciendo gestiones en coordinación con la Embajada de España en Ghana, país vecino de Togo, y sendas empresas se pusieron en las primeras horas en contacto con los familiares de la dotación.

El Gobierno, según aseguró, trabajaba con “inteligencia, prudencia y discreción” para resolver el secuestro.

Dos días después del asalto, Filipinas aseguró que los miembros de la tripulación estaban sanos y salvos, lo que no fue confirmado por el Gobierno español que, a través del Ministerio de Exteriores, dijo no tener constancia de que los españoles estuvieran bien.

También el 16 de septiembre saltó otra noticia que contribuía a la confusión, ya que Benin y Togo no se ponían de acuerdo sobre el lugar en el que fue capturado el barco (Benin defendía que en aguas togolesas, en tanto que Togo indicaba que en aguas beninesas).

No obstante, un día después, el 17, la propietaria de “Mattheos I”, mostró su confianza en que el barco sería liberado a principios de la semana siguiente, teniendo en cuenta que los secuestros en la zona -19 en lo que va de año, aseguraron- siguen el mismo patrón.

Todavía sin contacto con el buque por parte de familiares, autoridades y empresa, también el 17 de septiembre, los responsables de la Armada de Togo, Benin, Nigeria y Ghana anunciaron una reunión del 25 al 27 de septiembre para armonizar estrategias para luchar eficazmente contra los piratas que operan en el Golfo de Guinea.

Además, ese mismo día, Benin pidió a la fragata francesa “Germinal”, fondeada en Lomé, que localizase al petrolero.

El barco carecía de vigilantes, pues Chipre no permite subir armamento a bordo en los barcos registrados en su territorio, y la seguridad fue uno de los temas que salieron a la luz estos días.

El Colegio de Oficiales de la Marina Mercante Española pidió al Gobierno medidas para proteger a los tripulantes españoles que trabajan en la zona del Golfo de Guinea, una solicitud que también ha hecho hoy el presidente de la Asociación Española de Técnicos Náutico-Pesqueros, José Manuel Muñiz, quien, además de mostrar su satisfacción por la liberación, exigió acciones de fondo.

Ayer, la propietaria del “Mattheos I” seguía sin noticias de una tripulación que lo ha pasado mal, pero que hoy está liberada.

“Estamos muy contentos y aliviados”, ha señalado a Efe la portavoz de la naviera, Sheena Campbell.