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DESDE ANDRÓMEDA > POR VERÓNICA MARTÍN

Palabras cortas > Verónica Martín

   

Las palabras se quedan cortas a los sentimientos. Alegría, tristeza o melancolía no sirven para describir las vivencias que cada uno de nosotros experimenta. Necesitamos emociones híbridas como la felicidad presente en la desgracia o la desolación ante el momento más feliz de nuestra vida.

Necesitamos más para responder a algunas preguntas. Ante ese simple ¿cómo estás? Tras la muerte de un familiar cercano en sangre pero empáticamente lejano, a veces, deberíamos responder: “Con la tristeza indiferente ante el adiós a alguien que no deja demasiados bellos recuerdos pero que tuvo la generosidad genética de dar la vida a quien te la dio y que, además, te ofrece la gran oportunidad de mejorar claramente la saga”. Quizás no sea lo más adecuado en un entierro donde se esperan frases como “la vida es así” o “aquí, sobrellevándolo”.

Ante decisiones altamente meditadas, está la insulsa alegría de haber elegido lo más adecuado para el momento. No lo mejor. O la trasnochada seguridad que da la madurez.

Pero, también, están las sensaciones que, por tontas o cotidianas, no verbalizamos. Como la chispeante alegría al escuchar cómo se resquebrajan los hielos de un café de verano al verter el líquido caliente. O la insustancial decepción al comprobar que el coche de adelante decide girar por la otra vía al llegar a la bifurcación. O la invasión de serotonina ante la coincidencia de escuchar una canción ochentera que te transporta al instituto aunque estés en un centro comercial comprando pañales.

Esos sentimientos no pueden enjaularse en simples palabras.

En los últimos tiempos, las tecnologías de la comunicación nos ofrecen inmensas oportunidades para adquirir más y más información. Ahora, existen los PDF enriquecidos. Es decir, te compras un periódico digital y te lo descargas en PDF pero, casi mágicamente, puedes pulsar en los elementos que consideres interesantes y de fotos, surgen vídeos; algunas palabras marcadas llevan a completas páginas web donde te explican más y más del término. Incluso, puedes llegar a formar parte de una comunidad de fans relacionados con alguna de las noticias que te han llamado la atención. PDF enriquecidos, se llaman.

Los sentimientos deberían ser como esos PDF que ahora se pueden comprar en Kiosko y +. Deberían ser enriquecidos para poder entender una existencia compleja que no se conforma con palabras inconcretas como feliz e infeliz.