X

Para ellas: los colores > Conrado Flores

   

Si tu marido o pareja no es artista plástico, pintor, decorador o personal shopper, supongo que te habrás dado cuenta de que no distingue bien los colores. No es que sea idiota, no. Bueno, quizás sí, pero no solo por esta razón. Porque aunque te parezca mentira, la mayoría de los hombres vemos a nuestro alrededor los mismos colores que tú, pero una vez están fuera de nuestra vista ya no somos capaces de recordarlos correctamente. Así que no te preocupes: tu hombre padece lo que podríamos denominar disfunción cromática. Y lamentablemente, no será la única disfunción que le notes con el paso del tiempo.
Este no es un estudio avalado por ninguna célebre universidad pero puede serte útil. Es preciso que sepas que para la mayoría de los hombres solo existen dos verdes (verde y verde botella); dos azules (azul cielo y azul marino); dos marrones (marrón claro y marrón oscuro); el rojo, el naranja, el rosado, el violeta y el amarillo. Además, también somos capaces de distinguir el blanco, el negro y el gris. Y punto. Así ve el mundo el macho canario común. A este lo puedes mandar a comprar dos cubos de 15 litros de pintura blanca a la ferretería pero no lo puedes mandar a una tienda de decoración. En cambio, si tu marido es capaz de distinguir y reconocer el malva, el gris marengo, el verde esmeralda, el fucsia y el beige has de saber que se trata de un hombre cromáticamente dotado. Este ya puede hasta vestir a los niños sin que parezca que van a una fiesta de disfraces.
Y por último, si tu chico sabe cómo son el azul turquesa, el burdeos, el lila, el rojo escarlata y el blanco perla, estamos ante un hombre excepcional, que no solo podría comprarte un vestido y unos zapatos con un bolso a juego sino que, además, hasta podría ponérselos y lucirlos con cierto estilo.
Me avergüenza un poco reconocer que pertenezco al gran grupo. Tengo dos trajes grises diferentes pero podría ponerme el pantalón del primero con la chaqueta del segundo. Y eso que uno es de rayas. Yo también padezco la disfunción cromática en silencio.