Por lo que se ve, se lee y se comenta, de un momento a otro en El Hierro va a estallar algún volcán. La anómala proliferación de pequeños temblores -casi 8.000 desde mediados de julio- ha dado pie a la intervención del Instituto Geográfico Nacional, para controlar el fenómeno con su red de estaciones sÃsmicas, asà como del Instituto Volcanológico de Canarias, de las autoridades de la Isla del Meridiano y del Gobierno autonómico, que es el competente para seguir la evolución de la situación; de ahà que haya cambiado de verde a amarillo el color del semáforo que alerta sobre la incidencia de riesgo sÃsmico. Los cientÃficos confirman actividad subterránea y sacudidas puntuales de escasa intensidad; la ubicación del magma a profundidades más o menos normales y la ausencia de gases parecen descartar una inminente erupción, aunque los especialistas le otorgan un 10% de posibilidades. Pese a todo, es comprensible que los herreños se muestren intranquilos y expresen su preocupación por la evolución de los acontecimientos, que están siendo sobrevalorados fuera de las Islas -PenÃnsula y extranjero-, creando asà una sensación de alarmismo. De hecho, en Canarias se tiene constancia histórica de 16 erupciones volcánicas y en ninguna de ellas se produjeron vÃctimas. Lo prudente por tanto es mantener la calma, esperar y prepararse para cualquier eventualidad, en el bien entendido que una erupción no se produce de la noche a la mañana, sino que previamente a la liberación de energÃa se suceden procesos articulados en la superficie y las profundidades que son medibles mediante instrumentos cientÃficos solventes. Puede darse el caso de que la erupción se centre en el mar o que no se produzca, como sucedió en 2004, cuando en la zona de Los Realejos-Icod durante semanas se sucedieron numerosos movimientos sÃsmicos que acabaron en nada. Las autoridades comunicarán lo que sea procedente a la vista de lo que opinen los expertos, pero serÃa bueno que consideraran la posibilidad (lo he apuntado otras veces) de informar por escrito a la población de cada isla sobre los lugares de concentración y evacuación en caso de catástrofe, la localización de emisoras para escuchar los mensajes de interés público, las medidas de emergencia que deben adoptarse, etc. Vivimos en un territorio volcánico y no estamos libres de riesgos. En lugares de similar origen -Hawai, por ejemplo- se entregan normas escritas a todos, empezando por los niños, y se hacen prácticas sobre cómo comportarse en situaciones de emergencia, para evitar sorpresas e imprevisiones. Pero de momento, el único terremoto en El Hierro es el que ha ocasionado el pacto PSOE-PP en el Cabildo.