
EDUARDO GARCÍA ROJAS | Guía de Isora
MiradasDoc ha logrado ubicar en el mapa internacional la localidad tinerfeña de Guía de Isora a través de un Festival cuyo cine mueve a tomar conciencia. Este año, la organización cuenta en su sexta edición con importantes novedades respetando la columna vertebral que animó a poner en marcha esta iniciativa en 2006 y que se apoya en las películas que desde el viernes pasado y hasta el próximo sábado, 5 de noviembre conforman su programación -un total de 83 títulos-, su consolidación como mercado de cine documental, foros y talleres de formación, explica su director, Alejandro Krawietz (Tenerife, 1970). Entre los invitados de este año destaca la presencia del escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de Las venas abiertas de América Latina y Memoria del fuego; así como la del cineasta español José Luis Guerín, al que MiradasDoc le entregará el premio Mirada personal.
-Hagamos balance de las cinco ediciones anteriores de MiradasDoc
«El proyecto MiradasDoc ofrece un panorama del suceder social a partir de un género con gran capacidad de observación como es el cine de realidad o documental social. Comenzamos a trabajar en el festival desde 2004 al darnos cuenta que había un espacio para este tipo de cine y que se podría diseñar un lugar de encuentro y reflexión. La primera convocatoria oficial de películas a concurso se hizo en 2006, momento en el que nos percatamos del interés por este cine, uno de los beneficiados de los procesos de democratización de los medios de comunicación de los noventa porque permitió que bastantes cineastas pudieran enfrentarse financieramente al desarrollo de sus filmes documentales contando además con el respaldo del público. Un millar de películas se presentaron en la primera convocatoria del Festival porque, como comentaba, existía un espacio y desde ese entonces hemos trabajado en esa línea con el objetivo de inscribirnos en su vanguardia. En este aspecto, es importante destacar que MiradasDoc no programa las mejores películas que se exhiben en otros festivales sino que nuestra intención es la de actuar como agentes para tener una voz dentro del panorama de los certámenes documentales. Seleccionamos, visitamos otros encuentros y al mismo tiempo desarrollamos la idea del tipo de película ideal para nuestro Festival. A partir de ahí, la calidad de los trabajos presentados ha ido creciendo en sucesivas ediciones y eso nos ha permitido contactar con los filmes que nos interesan e invitarlos a participar en MiradasDoc. Hoy podemos decir que con la celebración de la sexta edición se ha consolidado un Festival que es reconocido internacionalmente en el mundo del cine realidad no solo por la selección de sus películas».
-¿Cuál ha sido el secreto del éxito?
«Desde el principio MiradasDoc se ha apoyado en cuatro patas. Por un lado, la idea de ser un mercado del cine documental que permitiera a las televisiones de todo el mundo tener acceso a un catálogo en Canarias de trabajos documentales africanos, asiáticos, latinoamericanos que no se encuentran en otros mercados y que ya es exclusivo de MiradasDoc. Otra de las patas es estimular la formación de nuestro público y estimular la reflexión a través de foros, charlas, conferencias, conciertos, exposiciones e integrar el cine realidad con todos los agentes implicados como son el público, los distribuidores, los productores y los cineastas».
-Tras las cinco ediciones y la sexta que ahora empieza, MiradasDoc ha colocado en el mapa internacional de festivales de cine a Guía de Isora
«Es muy importante para los festivales tener raíces profundas donde se realizan, y esas raíces profundas las tenemos en Guía de Isora no solo porque nos ofreció desde los inicios el espacio, sino porque se trata de una Corporación que ha desarrollado en los últimos años una importante gestión en infraestructuras culturales alrededor de una plaza que cuenta con un auditorio con sala de proyección adecuada; un centro cultural que acoge la feria comercial alrededor del documental y una casa de la juventud en la que MiradasDoc ofrece formación. Con esto quiero decir que contamos con todo lo necesario. Además, y por la propia disposición del lugar, el Festival forma parte de Guía. Los invitados suelen decirnos lo atractivo que un certamen de estas características se celebre en un pueblo porque permite el encuentro del público con sus protagonistas y es muy acogedor para generar ambientes de trabajo que más tarde se materializarán en proyectos. Hay que tener en cuenta que durante esta semana el ambiente está muy concentrado alrededor del cine documental y en otros festivales similares no pasa eso».
-¿Cuáles serán las novedades de la sexta edición?
«Como explicaba antes nuestro trabajo se apoya en cuatro patas a las que añadimos elementos y en base a esa idea vamos construyendo. Dentro de esa estructura, podría destacar como novedades la apuesta que este año hacemos por la formación con la organización de un taller de crítica de documental contemporáneo en la que algunos invitados, como Eduardo Galeano o Javier Tolentino explicarán cómo abordan la crítica con una película que hayan visto. En este aspecto, consideramos muy importante la presencia de Galeano porque es un escritor cuya obra dialoga con el documental. La suya es una literatura documental porque documenta la realidad en la misma medida en que nosotros tratamos de programar. A mi lo que me interesa no es una historia de los procesos sino como los ciudadanos encarnan esos procesos, lo que admite una reflexión, una interpretación histórica, social, cultural de lo que se ha visto. Y creo que la literatura de Galeano obedece a estas mismas premisas porque la mayor parte de su obra es un anecdotario profundo de la realidad que constituye en sí mismo como compendio que observa de manera completa una historia fundamentada de las cosas».
-La obra de Galeano no ofrece, sin embargo, una visión muy objetiva ya que está profundamente ideologizada. En este sentido, es de la opinión que el documental como género cinematográfico debe ser manipulador
«Son dos planteamientos. Lo que acabo de argumentar es el sentido que tiene para nosotros de que un escritor como Galeano visite un festival de cine documental. A partir de ahí, hay una capacidad de interpretación alrededor de aquello que se intenta legitimar y con las que se puede esta más o menos de acuerdo pero sí que hay una manera de mirar que, en cierto medida, nos permite dialogar con el documental. En cuanto a la segunda reflexión, es pertinente porque tiene que ver con las disciplinas creativas que abordan la realidad. Es decir, que hay miradas parciales que componen la realidad a la que debe aspirar un espectador inteligente porque se trata de la construcción de un mundo a partir de lo que me ha ofrecido. No hay una mirada sin ideología del mundo, que es lo que pretende el mercado neoliberal, porque el mercado no es ideología sino una manera natural de relación entre las personas. Cada propuesta de abordaje de la realidad tiene de manera subyacente e inevitable una ideología y si el producto es bueno permite mostrar esa ideología y hace que pueda ser juzgada o por lo menos presenciada. Y eso es lo que me interesa porque MiradasDoc, con o sin ella, comparta las ideas de Galeano o no, tiene una ideología progresista pero su programación es abierta. Apelamos a la inteligencia del espectador, que damos por supuesto, para que sepa interpretarla y que haga una valoración positiva para sí mismo de todo aquello que ha sido capaz de ver, que no es más que todo aquello que fue capaz de ver el documentalista cuando realizó el filme. El documentalista es un obrero del cine, no trabaja por dinero sino por hacer cine. Y sale a la calle con su cámara para contar lo que está pasando. El documentalista bueno es capaz de ver cosas de una determinada manera y a partir de ahí se pueden extraer muchas cosas distintas. Es un arte cuya creación tiene como objeto la realidad. No sería lo mismo si aspirase a ser objetivo, neutral».
-Entiendo por eso que a MiradasDoc apuesta más por el documental social.
«Nos interesa que la pantalla del Festival se asome a una serie de ciudadanos que nos cuenten de modo directo qué hacen, cómo se lo montan, cómo solucionan sus problemas y nos demuestren que todos formamos parte de la misma tribu. Que un joven de 25 años de Teherán tiene los mismos problemas que un joven español de 25 años. El ejercicio de la empatía, compartir los problemas».
-El Festival ha logrado además consolidarse como mercado.
«El cine documental tiene presencia en los mercados de cine y en las parrillas de televisión y si bien el share de un documental social es pequeño, sí que cuenta con un público al que le gusta este tipo de cine realidad y en correspondencia a esos espectadores los canales con ventanas abiertas a este tipo de filmes se nutren. Se tratan además de trabajos de calidad y a precios asequibles y su producción es más barata que la de ficción. Hay un mercado para el cine realidad así que ¿qué hace una televisión cuando quiere comprar materiales para su parrilla? Busca películas. Pero ¿qué pasa con las producciones de los países del Tercer Mundo y los que se encuentran en Vías de Desarrollo? Hablo de filmes realizados por gente que arriesga la vida para hacer un documental, y el que hace audiovisual es el primero al que se persigue, antes incluso que a los poetas, pues bien, muchos de ellos han pasado a formar parte del catálogo de MiradasDoc, que hoy cuenta con unos doscientos títulos, y es nuestro reclamo para que nos visiten televisiones y productoras porque nos hemos convertido en un espacio de distribución de cine documental importante. Más en un mundo donde, por norma general, los mercados son del Norte hacia el Sur aunque en nuestro caso los productos del Sur son los que pasan al Norte».
-¿En que consistirá la programación de este año?
«La programación de la sección oficial se establece a través de tres medios: el canario, en el que compiten seis películas; nacional, cuya producción está en auge como sucede en todo el mundo porque con la crisis económica ha forzado que muchos cineastas se pasen al documental; e internacional, que se divide en cortos y largometrajes. En esta categoría se exhibirá el trabajo de más de treinta películas procedentes África, América Latina, Asia, Israel y su abanico temático es variadísimo y va desde los temas sociales, la revolución verde en Irán, que supuso el prolegómeno de la Primavera árabe, etc. También contamos con una Sección informativa dedicada a China, que propone un recorrido a través de cinco películas de la contemporaneidad del país; Colombia, una nación arrasada por los paramilitares, el narco; e Irak antes de la guerra y en la actualidad. Rendiremos, además, un homenaje al director José Luis Guerín. MiradasDoc prestará especial atención también, y como en años anteriores, al documental en televisión. Este año trataremos el deporte, y contaremos con la presencia de Michael Robinson para que hable de su programa. Programa que ha renovado el documental y el reportaje deportivo en televisión».
-Concluyamos. ¿Cuáles son para usted los elementos que hacen a un buen documental?
«Es muy difícil responder a esa pregunta ya que a MiradasDoc nos llegan películas de países muy diversos. En Nigeria, por ejemplo, que es un país que solo cuenta con una sala de cine, se hace muy buen documental y el cineasta iraní, a mi juicio, coge la cámara sin hacer caso de la tecnología, lo que sí pasa en occidente. Es como si el cineasta iraní hubiese ocupado el puesto del poeta persa cuando manejaba el lápiz. Se concentra en la propia realidad».

[apunte]
Guía de Isora
Es muy importante para los festivales tener raíces profundas donde se realizan, y esas raíces profundas las tenemos en Guía de Isora no solo porque nos ofreció desde los inicios el espacio, sino porque se trata de una Corporación que ha desarrollado en los últimos años una importante gestión en infraestructuras culturales alrededor de una plaza que cuenta con un auditorio con sala de proyección adecuada; un centro cultural que acoge la feria comercial alrededor del documental y una casa de la juventud en la que MiradasDoc ofrece formación.
Con esto quiero decir que contamos con todo lo necesario. Además, y por la propia disposición del lugar, el Festival forma parte de Guía. Los invitados suelen decirnos lo atractivo que un certamen de estas características se celebre en un pueblo porque permite el encuentro del público con sus protagonistas y es muy acogedor para generar ambientes de trabajo que más tarde se materializarán en proyectos.
Hay que tener en cuenta que durante esta semana el ambiente está muy concentrado alrededor del cine documental y en otros festivales similares no pasa eso.
[/apunte]