
A. JOSÉ FARRUJIA DE LA ROSA | Santa Cruz de Tenerife
Jef Neve (1977) se ha convertido en una figura destacada en su país natal, Bélgica, y su fama se ha extendido rápidamente al resto del mundo. Neve estudió en el Instituto Lemmens, en Lovaina, donde se graduó en el año 2000 con un Master en Música de Jazz y Música Clásica para piano, y tan sólo un año después se especializó en música de cámara.
Desde los catorce años empezó a tocar con formaciones de jazz, pero paralelamente también compuso una gran variedad de piezas para los ensambles más dispares: desde solos de piano a orquestas sinfónicas. El primer álbum del trío Jef Neve, Saga Blue (Contour, 2003), se convirtió de inmediato en un best seller; el segundo, It’s Gone (Contour, 2004), fue el número 1 de jazz en Bélgica, recibió el prestigioso premio Radio Klara al Mejor Álbum de Jazz Internacional 2005 y fue aclamado unánimemente por la prensa internacional. Tras este fulgurante éxito, Jef Neve firmó con Universal Music Bélgica y el tercer álbum, Nobody is Illegal (2006), fue de nuevo el más vendido de jazz en Bélgica y recibió críticas superlativas. The Observer comentó sobre Neve: “Sus conciertos son casi como una experiencia religiosa, tiene un gran directo y posee una gran imaginación”. El cuarto álbum, Soul in a picture (2008) siguió la senda del éxito: entradas agotadas para sus conciertos en Europa y muy buena acogida entre la crítica especializada. En su concierto en el Espacio Cultural CajaCanarias Jef Neve estará acompañado por Teun Verbruggen, a la batería, y por Rubén Samama al bajo. Harán un recorrido por su discografía previa y presentarán en directo, por vez primera en Canarias, su nuevo disco, Imaginary road (2010).
-¿Por qué un pianista como usted, con una sólida formación clásica, encamina finalmente su carrera hacia el mundo del jazz?
«Para mí siempre ha sido un sueño componer e interpretar mi propia música. Desde que era pequeño quería ser compositor. Mozart, por ejemplo, fue un gran ejemplo para mí. Sin embargo, me encanta la libertad que existe en el jazz a la hora de interpretar. La música improvisada es como una composición instantánea, en el acto. La interacción espontánea de los músicos sobre el escenario es algo que me atrapa, que me envuelve».
-Cuando usted nació, en 1977, el Free Jazz ya formaba parte de la escena musical desde casi dos décadas atrás. ¿Está interesado en este tipo de jazz, en el jazz de su generación?
«He escuchado Free Jazz desde entonces y también ahora, pero mi meta nunca ha pasado por desarrollarme dentro de este estilo. Prefiero crear formas, construcciones, composiciones. Pero he de reconocer que hay muy buenos músicos dentro de este género, como Ornette Coleman».
-¿Qué músicos de jazz, pianistas, han sido una fuente de inspiración para usted?
«Diría que Brad Mehldau y Keith Jarret siempre han sido muy interesantes para mí. Me gusta el hecho de que ambos utilizan el piano como un instrumento pleno, completo, casi como una orquesta clásica. Brad fue el primero en interpretar con originalidad notas musicales, una harmonía, con la mano izquierda, mientras interpretaba un solo, una melodía, con la derecha, algo así como un contrapunto. En el caso de Keith, me encantan sus melodías. Toque lo que toque, siempre está cantando, y no me refiero al susurro humm… humm con el que todos estamos familiarizados. Me recuerda a Mozart en cierto sentido».
-Para usted, ¿cuál es el mejor momento durante sus actuaciones?
«Los mejores momentos son aquellos en los que te olvidas de que estás tocando el piano y la música se apodera completamente de tu cabeza. A partir de entonces vuelas, sueñas, haces surf. Creo que puedo llamarlo algo así como un orgasmo musical».

-¿Qué es lo que más disfruta cuando está de gira?
«Desde niño siempre tuve dos sueños: vivir de la música y conocer el mundo, viajar. Cuando estoy en países extranjeros me encanta visitar lugares, hablar con la gente. Cuando sea mayor quiero tener la sensación de que he conocido el mundo en el que he estado viviendo».
-Después de haber realizado conciertos por todo el mundo ¿qué cosas le siguen sorprendiendo?
«La verdad es que me impresionan las pequeñas cosas: el milagro de la naturaleza, ver a alguien feliz, una obra de arte….. Cualquier cosa, realmente».
-¿Qué espera del público de Tenerife?
«Siempre me he sentido muy atraído por España. Me siento muy conectado con la mentalidad y con el espíritu español. ¡Así que estoy deseando tocar para ustedes en Tenerife!»
-¿Podría hablarnos de sus proyectos futuros?
«El próximo año estaré tocando Sons of the New World, un mega proyecto en el que habrá cooperación con diferentes artistas y su arte: pintores, instalaciones, espectáculos de luces, performances…. La idea se basa en una realidad concreta: nuestro mundo está atravesando por grandes cambios en estos años. La revolución árabe, la crisis económica, la era de las redes sociales… El proyecto pretende reflexionar sobre cómo reaccionamos ante estos cambios. También estoy componiendo un nuevo concierto para piano y orquestra. El estreno mundial será en octubre de 2012».