VICENTE PÉREZ (ENVIADO ESPECIAL) | Valverde
El Instituto Tinerfeño de Energías Renovables (ITER), dependiente del Cabildo de Tenerife e integrado en el Instituto Volcánico de Canarias (Involcan), se ha sumado al estudio del fenómeno volcánico que se inició a mediados de julio en El Hierro. El geólogo David Calvo instaló el pasado fin de semana instrumental científico en el centro de visitantes de El Julan, al sur de la Isla, junto a donde se localizan ahora la mayoría de los epicentros de los seísmos. Calvo asegura que una posible erupción y su localización se pueden conocer con días e incluso semanas de antelación.
-¿Con qué medios cuenta el Involcan en El Hierro?
“Estamos haciendo un seguimiento desde multitud d disciplinas: geoquímica de gases, deformación del suelo, parámetros geofísicos, con termografía infrarroja, en colaboración con los helicópteros de la Guardia Civil; termometría…”
-¿Y qué otras señales, aparte de las sísmicas, han notado ustedes?
“Las más claras son las de deformación del terreno. Los GPS están dando señales, en varias estaciones, de deformación de la Isla, lo que significa que hay un cuerpo que está ascendiendo hacia la superficie”.
-¿De qué partes de la Isla estamos hablando?
“En la zona de Frontera hay movimientos significativos, de varios centímetros; en Sabinosa también… En numerosas estaciones se nota que desde abajo algo empuja”.
-¿Siempre donde se concentran los últimos seísmos es donde más posibilidades hay de una erupción, como en el Mar de las Calmas?
“El magma se está moviendo en horizontal, lo cual nos tranquiliza, porque hasta que no haga un movimiento ascendente no sabremos exactamente por donde puede ser la erupción… El magma puede emigrar otra vez a donde empezó al crisis, al norte del Golfo, luego se movió al centro de la Isla, hacia Tanganasoga; ahora ha cruzado al sur, al Julan, y ahora está en el mar, pero eso no quiere decir que su camino siga hacia el sur. Puede volver a buscar un nuevo camino hacia otro lado de la Isla, o que se quede ahí y no pase absolutamente nada”.
-Caso de ser submarina, ¿sería visible?, ¿se formaría otra isla?
“A 500 metros mar adentro ya hay más de un kilómetro de profundidad, con lo cual si hay una erupción submarina es muy probable que ni la veamos, porque no habrá manifestaciones en superficie”.
-Viendo la alarma generada en El Hierro, llama la atención que se diga que un volcán puede ser incluso un atractivo turístico…
“Pues yo estoy de acuerdo. Tenemos ejemplos muy claros en el mundo en el que los volcanes se han explotado como una herramienta turística, como Hawai, donde hay erupciones de forma constante desde hace 28 años y todos los años 5 millones de personas viajan a un archipiélago que está a 5 horas de avión de tierra firme para ver la erupción del Kilaguea. Evidentemente eso es posible con erupciones como las que solemos tener en Canarias, con un bajo índice de explosividad, porque si es como en Filipinas, no hay turismo posible”.
-¿Cómo sería una erupción en El Hierro?
“Con casi total probabilidad sería de baja explosividad, de estilo hawaiano, como el Teneguía, o como las lavas cordadas muy espectaculares que hay en La Restinga”.
-¿Habría riesgo de caída de materiales piroclásticos sobre poblaciones?
“Depende de dónde soplen los vientos, pero en principio no tendría por qué afectar a una área muy extensa. Y si la erupción fuese en El Julan, el alisio alejaría todo fuera del Archipiélago”.
-¿Cómo influiría el mar en una erupción?
“Si es cercana al mar, puede haber interacción entre el agua y el magma, y ser un poco más explosiva, pero en ningún caso vamos a tener una erupción cataclísmica, lo más probable es que sea como el Teneguía”.
-¿Los movimientos sísmicos pueden provocar derrumbes a gran escala en zonas como El Golfo?
“A estas alturas el peligro volcánico que más nos preocupa son los terremotos, porque pueden provocar no deslizamientos masivos pero sí caída de rocas de gran tamaño que pueden cortar carreteras o dar un buen susto”.
-¿La evacuación de la población en riesgo se podría hacer con antelación suficiente?
“Sí, la gente en ese aspecto tiene que estar tranquila, porque no hay ninguna isla mejor vigilada en nuestro entorno. El trabajo científico es bueno y el de las autoridades, correcto. Una población informada es una población bien formada. Queremos que esté al tanto de todo”.
-¿Valverde está ajeno a esta situación?
“El tipo de terreno y un fenómeno llamado el efecto de sitio , que suele amplificar la señal, y el hecho de que los epicentros queden al sur de la Isla, dejan a Valverde un poco al margen de esta intensidad con que se sienten los terremotos. Pero si esta sismicidad cambia de rumbo, probablemente en Valverde también empiecen a sentirse”.
-¿El Hierro sigue creciendo?
“Sí, es la más joven, tiene un millón de años; y, según la teoría del punto caliente, el punto magmático tiene que estar muy cerca de El Hierro. A medida que nos alejamos encontramos islas más ancianas. A unos 80 kilómetros al suroeste de Canarias está el sistema de islas de Las Hijas, que se supone será dentro de unos millones de años la verdadera octava isla”.
-¿Y no hay cierto margen de error, es decir, que se prevea una erupción en un sitio y surja por otro más peligroso para la población?
“El problema es que en Canarias, instrumentalmente, solo se ha estudiado la erupción del Teneguía,y allí se clavó el punto en que iba a ser, gracias a la Guerra Fría entre Estados Unidos y la antigua URSS, debido a la estación hidropónica que tienen los americanos en Puerto Naos, que nos avisó de que iba a haber una erupción. Hoy por hoy el margen de error en erupciones es muy pequeño”.
-¿Qué dimensiones puede tener la bolsa de magma que hay?
“Estos transportes de magma provienen de un foco profundo, en forma de diques. Una sismicidad como ésta no ha sido antes vista en Canarias con instrumentos, pero sí en otros lugares del mundo, comoCalifornia o Azores… El volumen de magma no tendría por qué ser muy elevado, viendo la historia de las erupciones en Canarias, salvo excepciones como Lanzarote”.
-¿Cuánto podría durar una erupción en El Hierro?
«Semanas. Pero nos movemos siempre con hipótesis, a partir de documentos muy antiguos».
– En caso de que la erupción fuera inminente, ¿cómo serían los seismos?
«De mayor magnitud que ahora, podrían alcanzar entre 4 y pico o 5»
-¿Esa magnitud podría provocar daños a edificios?
«Depende del estado del edificio o de lo bien o mal construido que esté. En situaciones normales no tienen porqué provocar grandes daños».
-¿Se puede saber y con cuánta antelación cuánto y dónde va a explotar un volcán?
«Hoy en día se puede saber con con semanas de antelación, en volcanes bastante vigilados. Ahora estamos en una fase lejana de un proceso eructivo, en el que el magma todavía se está moviendo, pero en el momento en que se decida a ascender se podrá saber con días e incluso semanas de antelación».