SANTIAGO TOSTE | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Que el éxito no te ciegue. Así quiere concebir el cantautor David DeMaría (Jerez de la Frontera, 1976) su trayectoria artística. Una forma de entender la música que tiene más que ver con una carrera de fondo que con el empeño de convertirse en huésped habitual de las radiofórmulas. El músico jerezano, uno de los más aclamados de la escena española actual, concedió esta entrevista a DIARIO DE AVISOS, horas antes de presentar en concierto en La Orotava su más reciente trabajo, Postdata.
-Postdata es un trabajo donde echa la mirada atrás y hace una relectura de temas que compuso para otros. ¿Cómo ha sido este reencuentro con sus canciones?
“Desde un principio fue algo muy analítico sobre ese repertorio, sobre todas esas canciones que interpretaron otros artistas. Y eso me ha vuelto a reencontrar conmigo mismo, con ciertos principios a nivel compositivo. Niña, piensa en ti, por ejemplo, la popularizaron Los Caños, y esa canción que se convirtió en una especie de himno la compuse con 17 o 18 años. Cantarla ahora, cuando con 35, es como hacer un ejercicio de reflexión, un ejercicio que me ayuda, de hecho, para fijar ese punto y seguido de mi carrera que es Postdata. Ha sido algo muy enriquecedor, sobre todo en el directo”.
-Y al hacer este balance, ¿qué ha aprendido desde que se subiera a un escenario por primera vez?
“A tener siempre los pies en el suelo y a convencerme de que mi camino, por suerte o desgracia, ha estado focalizado en el largo recorrido, en una carrera de fondo. Ahora, con cierta madurez, empiezo a encontrar el asentamiento que buscaba. Y eso se traduce en actuar en teatros; en manejar conceptos muy acústicos; en demostrar que quiero ser un artista de alma, desgarrador, épico en el escenario. He aprendido a encontrar mi camino”.
-¿Dónde está más cómodo el cantante y compositor? ¿Acompañado sólo de una guitarra, dando forma a una canción, o presentándose ante miles de personas?
“Lo mejor del momento que vivo es que, por ejemplo, hace una semana estaba en el Palau de la Música de Barcelona con ocho músicos y ante 3.000 personas; ayer [por el viernes) actúe en Lanzarote y hoy [por ayer] lo hago en La Orotava sólo con un pianista y una guitarra acústica. Me estoy convirtiendo en uno de los artistas más versátiles de este país: soy capaz en la misma semana de tocar con diferentes formatos y no hay ningún problema. Y precisamente Postdata me ha ayudado a estar cómodo en cualquier circunstancias”.
-Una adaptación que en estos tiempos que corren resulta, por fuerza, imprescindible…
“Cierto. Con esto que comento quizás quiero llamar la atención a otros artistas, a compañeros y amigos, que se quejan de lo mal que está todo. Eso es cierto, todo está mal, pero la única manera de seguir vivo y currando es adaptarte y tirar hacia adelante. Nos dedicamos a lo que más nos gusta: estar sobre un escenario”.
-¿De qué manera afronta la composición de un tema? ¿Cuáles son los asuntos que ahora mismo le merecen más atención?
“Todos los autores contamos la misma historia de distinta manera. Le damos la vuelta a las mismas cosas, independientemente de que en nuestro repertorio abordemos cuestiones muy diversas, como por ejemplo a nivel social: yo he escrito a los inmigrantes, a la igualdad, contra el maltrato… Pero siempre el autor cuenta la misma historia, que es, ni más ni menos, que el misterio de la convivencia entre los seres humanos. Es un misterio esto de convivir, y las canciones a veces pueden ser mapas”.
-¿Qué rumbo quiere tomar en el futuro David DeMaría?
“Si de algo de mi carrera estoy orgulloso es de que te puedo gustar o no, pero siempre he sido fiel a mis principios. Soy un popero andaluz con raíces e influencias muy visibles. Y eso nunca lo he ocultado. Me gusta el pop-rock anglosajón, la música italiana, el flamenco y el rock andaluz. En esa coctelera nació mi estilo”.
-Y en cuanto a proyectos…
“Cuando acabe esta gira, a finales de diciembre, quiero irme de viaje. A Grecia, a Turquía, a Marruecos, pero también volver a Holanda, Alemania, Irlanda, Inglaterra… Y aunque tengo infinidad de bocetos de canciones, me apetece mucho estar en otros lugares, para luego, al regresar a las orillas de Cádiz, aprovechar las experiencias vividas, los instrumentos que me habré comprado, los músicos que haya visto…. Y encerrarme para ponerme a ver qué sale. Quiero hacer un disco metafórico, étnico. No quiero hacer temas para las radiofórmulas, persigo crear algo que llame la atención del pueblo. Hacia ahí va mi rumbo, si Dios quiere”.