NORBERTO CHIJEB | Santa Cruz de Tenerife

De casta le viene al galgo. Thomas Schumann, director general de Alimpex, cogió las riendas de una empresa que fundó su padre cuando dejó de ser concesionario de la firma Adidas en las Islas. Hoy, la marca Pi Tres Catorce es un referente en material deportivo e incluso en ropa de moda, y eso que muchos discutían de la idoneidad que pegara en el mercado de la ropa deportiva un nombre tan matemático.

-¿Aparte del Mundial de monedas (fútbol sobre una tabla), qué otros deportes practica?

“Ja, ja, ja. Pues en mi infancia jugué al fútbol, al baloncesto y al balonmano en el Guayota Toscal. Ahora sigo jugando al baloncesto una vez a la semana, y ocasionalmente al fútbol, tenis y pádel”.

-¿Fue un muerto lo que le dejó su padre, o una gran plataforma para comenzar a escalar?

“Fue una oportunidad. Yo trabajaba con mi padre desde hacía unos años, y cuando creamos Pi 3’14, teníamos una clientela de confianza y una estructura existente. Eso es una gran oportunidad, aunque en aquella época se hablaba de que estábamos inmersos en una crisis y que era una locura crear una marca en los años 90”.

-¿Adidas o Nike?

“Adidas, Nike y Pi Tres Catorce. La fortaleza de un sector lo determina la de sus líderes y tanto Adidas como Nike han demostrado con creces su calidad y prestigio. A marcas como la nuestra nos beneficia que estas dos enseñas tiren del sector. Pero siempre queremos ser una alternativa a tener en cuenta”.

-¿Por qué todo o casi toda la ropa y calzado deportivo se fabrica en Asia?

“En las últimas décadas el nivel de competencia, los cambios en la conducta del consumidor y las múltiples guerras de precios han propiciado la búsqueda de zonas de producción con costes más bajos para poder subsistir en los mercados. Además, los estándares de calidad están a un nivel muy alto. Esto ha producido lamentablemente la casi desaparición del sector industrial europeo. Nosotros, no obstante, fabricamos alguna parte de nuestras colecciones en Europa y la tendencia debería aumentar a medio plazo”.

-¿Dónde gana más, en ropa deportiva o en moda?

“En estos momentos, la pregunta no es dónde sino cómo… Creo que estamos en un momento de importante cambio en ambos sectores y en el modelo actual de demanda por parte del consumidor. Tendremos que esperar, estar alerta y adaptarnos. La venta online, los cambios en la manera de comprar por el consumidor, la menor capacidad de compra, la tendencia a una mayor compra en períodos de rebajas y menor en temporada, la proliferación de grupos multinacionales de tiendas propias, son ejemplos de ello”.

-¿Hasta qué punto le está afectando la crisis?

“Creo que como a tantas empresas, en la manera de ir encarando el futuro. Se necesita mucha cabeza fría para ir tomando las decisiones más acertadas. De cualquier manera, la crisis es también oportunidad y renovación, por lo que hay que sacar lo mejor de ella. Además nos hace agudizar nuestras capacidades, y eso siempre es muy positivo. Aún así, está claro que esta crisis está siendo durísima”.

-¿Es ahora mismo el Canarias su equipo bandera?

“Hemos disfrutado y disfrutamos desde que se fundó la marca de muchos equipos que han vestido y visten nuestra marca. Qué podemos decir del Canarias… Por nuestra parte, agradecimiento por contar con nosotros, orgullo por su juego, sus valores, y sobre todo una grandísima relación con todos los integrantes del club, con el que llevamos colaborando más de once años”.

-¿Hasta cuándo tenemos que soportar esos enormes pantalones que bajan de la rodilla?

“La NBA es un universo aparte y esa es una de sus modas. Nosotros nos adaptamos para atender las demandas de nuevas tendencias en el deporte. Si el deportista se siente cómodo así, a ver quién se opone”.

-¿Está a favor de que se exija más recorte en las prendas femeninas en deportes como el voleibol?

“La tendencia es esa, lo podemos ver en el voley-playa. Pero no depende de nosotros. Nosotros seguimos la tendencia al margen de nuestros gustos”.

-Su otra pasión es el teatro. ¿Qué tiene el deporte de teatro?

“El jugárselo todo a una carta. El pitido inicial del árbitro es como abrirse el telón. Y desde ese momento, cada movimiento cuenta. No hay otra oportunidad, otro entreno, otro ensayo”.

-¿Y el teatro de deporte?

“Del deporte en equipo, sobre todo. La interdependencia de los jugadores es la misma que sienten los actores entre ellos. Dependen el uno del otro en escena y juntos van construyendo una dinámica que, cuando es buena, logra contagiar al público y crear energía positiva, y con ello, lograr el éxito”.