DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife
Antonio Alarcó se siente “muy cómodo” en el Senado, pero resalta que estará “encantado” representando a los ciudadanos en el puesto que le asigne el Partido Popular. Aunque todo el mundo da por hecho que será candidato, él quiere ser “respetuoso” con los tiempos y con las formas.
-¿Va a ser candidato al Senado?
“Todavía no se ha decidido. Siempre he dicho que estoy a disposición del partido. Ahora mismo, soy senador en activo. Pero no puedo ocultar que estaría encantado. Como senador, como consejero del Cabildo o desde cualquier otra responsabilidad de servicio a la ciudadanía que el PP considere oportuno”.
-¿Cuál sería su carta de presentación para estas elecciones?
“Vamos a ver, el único partido que de forma razonable y razonada puede cambiar el curso y gobernar este país es el Partido Popular. Esa es la mejor carta de presentación”.
-¿Es usted una persona normal?
“Naturalmente. Estoy en esto como servicio y no como beneficio. No vivo de la política. Lo hago voluntariamente. He venido llorado a un partido con el que me identifico plenamente en mi condición de liberal. Mi coherencia me obliga a actuar y a decir la cosas que me gustan o no. Eso se llama política”.
-¿Cómo se define?
“Básicamente, voluntario y trabajador. Vengo con mucha modestia y humildad a pedirles a los ciudadanos, sea candidato o no, que voten por la alternativa”.
-¿Cuál es su mayor rival?
“No tengo rivales. Respetaré a los compañeros de otros partidos que se presenten. Les deseo mucha suerte a todos”.
-¿Qué tiene el Cabildo que todos quieren ser senadores?
“Creo que es el carácter territorial del Senado”.
-Así como los parlamentos autonómicos nombran senadores, ¿sería conveniente que los cabildos hicieran lo propio?
“Es una cuestión digna de estudio, desde luego. Y, en relación al Cabildo, es muy importante la lealtad institucional y buscar el consenso para mejorar la vida de los ciudadanos. Vaya por delante que los grandes problemas de Canarias solo tienen soluciones nacionales y europeas”.
-¿Cuáles son los principales asuntos de la agenda canaria?
“El primero es el empleo. Después podríamos hablar de combatir la exclusión social y del fomento claro y determinante de la actividad empresarial, de generar confianza entre de los autónomos y las familia. Y no compitiendo deslealmente con la sociedad civil, sino con colaboración”.
-¿Qué se necesita para eso?
“Se necesita disminuir la maraña administrativa y respaldar a los que producen el trabajo”.
-¿Los trabajadores pueden estar tranquilos con el PP?
“La pregunta que yo les haría es si están contentos con el zapaterismo. La manera más eficaz de luchar contra la injusticia social es crear empleo y distribuir la riqueza equitativamente”.
-¿Qué le ofrece Mariano Rajoy a Canarias?
“Decir la verdad y cumplir. Rajoy puede presumir de que conoce muy bien Canarias. Pasa mucho tiempo aquí y no viene únicamente en periodo electoral. Cuando el PP gobernó dos legislaturas, hubo dos consejos de ministros en Canarias con más de cuarenta puntos y se cumplieron todos. Rajoy no promete, sino que se comprometerse con los canarios”.
-¿Qué le falta al Senado para que sea más operativo?
“Habría que darle más profundidad y redefinir su papel territorial. Ahora es una Cámara de segunda lectura muy útil. En este Senado hemos introducido grandísimas mejoras en las leyes con la segunda lectura. Se puede perfeccionar, sin duda”.
-¿De qué se siente especialmente satisfecho en estos cuatro años?
“Me siento muy satisfecho de representar a los ciudadanos, incluidos los que no me votaron. Parece una obviedad, pero para mí es algo más”.
-En la práctica, ¿son compatibles los cargos que ocupa?
“Claro que sí, la compatibilidad no es de sueldo. Yo nunca he tenido sueldo del Cabildo, elegí el de senador. Como catedrático, soy funcionario, y sigo ejerciendo en el hospital como jefe del servicio en funciones sin cobrar. No me mueve el afán de acumular privilegios”.
-¿La labor de un senador se valora por el número de iniciativas?
“Lo principal es la inquietud. Yo he presentado más de 1. 200 iniciativas, que van desde preguntas orales y escritas hasta las leyes. Lo que cuenta realmente es representar los intereses de la ciudadanía”.
-¿De qué se lamenta?
“Me sabe mal que no hayan salido adelante el fondo de emergencia social ni el telescopio extremadamente grande. Y no fue por culpa nuestra”
-¿El Congreso no le atrae?
“Me atrae toda acción democrática. A mí, el poder por sí mismo no me gusta nada. Será porque la única ventaja de la edad es que la vanidad está llena y queda experiencia. En estos momentos, soy un hombre feliz en el Cabildo y en el Senado. Si el partido me invita a repetir, estaré más encantado todavía”.