X
micrófono abierto >

Amigo conductor > Óscar Herrera

   

Al Montañeros se le hizo muy empinada la subida al Heliodoro. Teníamos buenas referencias de este equipo, pero se quedaron solo en eso, en buenas referencias. El Tenerife fue mejor y ganó justamente y con un rotundo tres a cero que, visto desde fuera, no merece debate. Pero el rival de ayer en el estadio facilitó mucho las cosas al equipo de Antonio Calderón. Sin quitarle nada de mérito al Tenerife, es justo reconocer que el conjunto gallego fue un rival tierno, tan inocente como lo es su entrenador José Ramón González, demasiado noble y con unas concesiones defensivas que teniendo delante a jugadores como los nuestros, supone un suicidio en un campo como el Heliodoro.

También hay que significar que hubo aspectos positivos en la puesta en escena del Tenerife: salió enchufado y mentalizado de saber lo que quería y como conseguirlo. La disposición táctica, diferente a otros partidos, funcionó y así pudo resolver el choque en apenas veinte minutos; el juego por bandas con Ferrán Tacón por la izquierda y las subidas de Cristóbal por la derecha, hacía estragos a los gallegos; la pareja Marcos-Kitoko daba resultado y apareció la mejor versión de Ritchie Kitoko, que sabemos el nivel que tiene. Y con todo, la primera parte fue de dominio total ante un rival asustadizo y acomplejado que se vino abajo a las primeras de cambio. Pero en la segunda mitad el Tenerife salió adormilado y bajó la intensidad, lo que provocó cierta incertidumbre en la grada. Repite el entrenador una y otra vez que este es un equipo nuevo y que el funcionamiento colectivo irá a más. Repite también Antonio Calderón que la exigencia y la comprensión deben ir juntas de la mano y que de momento los objetivos se van cumpliendo. Y es verdad, de momento los resultados y la clasificación son casi inmejorables. Y solo el Lugo mejora los registros del Tenerife después de siete jornadas y ayer se deshizo del Vecindario sin despeinarse. Lugo, Tenerife, La Roda, Albacete y Castilla son ahora los mejores de la clase pero solo van transcurridas siete fechas y quedan por delante muchas lunas todavía. Se ganó, se goleó y se cumplió de nuevo el trámite, hubo mejoría en el juego pero también lagunas que bien pudo deberse a la alta humedad presente en Santa Cruz. Era insoportable el calor y el bochorno a mediodía.

Como el partido no tuvo demasiada historia me quiero centrar en algo que me llamo la atención. Hace 15 días, en el Tenerife-Coruxo asistieron 10.229 aficionados al estadio, ayer domingo 9.241. ¿Dónde se han quedado esas mil personas de un partido a otro?. Espero que solo por haber perdido en Getafe no haya sido, pero es curioso. Este primer domingo de octubre amaneció lluvioso, pero eso tampoco parece excusa para no acudir al partido. El día del Coruxo el Tenerife venía de ganar en Albacete y ayer llegaba después de una derrota, puede ser eso, o simplemente que mil seguidores tuvieran mejores planes pero no deja de ser llamativo. La conclusión final de este partido nos la resumió ayer en Teide Radio el comentarista especial del palco de DIARIO DE AVISOS en el Heliodoro. Ayer nos acompañó en los comentarios del partido el Director-Gerente de Cuatromoción, Marcelo Pérez, que resumió al final que lo más importante era sumar los tres puntos, pero también dejar un buen sabor de boca y la sensación de poderío que tiene que dejar un aspirante y favorito como lo es el Tenerife en cada partido.

Y este Tenerife es como los vehículos de Cuatromoción, veloz, seguro y atractivo. Con unas prestaciones de garantía y una puesta a punto que a poco que coge ritmo no tiene rival. Pero cada semana es una reválida, la del Montañeros ya superada toca medir fuerzas con otro gallito, el filial merengue del Real Madrid Castilla. Una prueba más para medir la capacidad de mejora de este grupo. De momento todo va sobre ruedas y aunque a veces la conducción es errática, no se sale de su carril. Por eso a Calderón le dedicamos aquello que cantaba Perlita de Huelva: “precaución amigo conductor la senda es peligrosa”, y que terminaba así: “pero al fin de la jornada te esperan con alegría y te llenara de orgullo al decir: misión cumplida”.