VICENTE PEREZ | EL PINAR
Los biólogos de la Universidad de La Laguna (ULL) desplazados a El Hierro para estudiar los efectos de la erupción volcánica en los cetáceos y la vida subacuática en general han constatado que el ecosistema de la Reserva Marina del Mar de las Calmas ha sufrido daños por este fenómeno natural, aunque aseguran que aún es muy pronto para determinar en qué grado y cuánto tiempo tardará en recuperarse.
Jacobo Marrero, uno de los biólogos que participan en este trabajo de campo, confirmó que han aparecido muchos peces muertos pero puntualizó que las especies de invertebrados son muy parecidas a los reptiles en el sentido de que tras la emisión de gases y minerales tóxicos «hay un efecto difuso que tarda tiempo en manifestarse y pueden morir al cabo de una semana, y no de manera inmediata».
«Es muy pronto para evaluar el impacto en el ecosistema, pues no sabemos si quedará con algas o no, pues en el primer caso la recuperación sería más rápida», aclaró Marrero, quien este jueves se desplazó a las charcas de Tacorón, donde, según su testimonio, se nota la tonalidad verde del agua, aunque más atenuada que en días pasados.
El biólogo indicó que «la mancha tóxica ha recorrido todo el Mar de Las Calmas, luego se la llevó la marea y ahora se encuentra mucho más difusa, con un color verde amarillo menos intenso” pero insistió en que aún no es posible evaluar con certeza las consecuencias.
Para ello, dijo, sería necesario o bien disponer de un barco para pescar con una gran red los peces afectados o bien obtener tomas de agua de mar a distintos niveles. Lo que sí parece claro es que con un PH de 6.6 o 6.8, que es el que ha medido en parte de la zona afectada el equipo de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), “la vida resulta muy complicada”.
En cuanto a los cetáceos, Marrero informó de que no ha aparecido muerto ninguno por las emanaciones volcánicas: “Hemos visto que cuando está la mancha, los cifios se retiran, y cuando no está vuelven”.
No todas las especies son igual de vulnerables a este fenómeno natural. “Los peces que nadan lentos y en aguas profundas no pueden escapar, pero un túnido sí; y hay algas que no resistirán estas condiciones y otras que sí; los peces queno tienen áreas de campeo muy grandes son los más afectados, porque viven en el fondo en áreas muy limitadas”, subrayó el científico de la ULL.
El grupo de investigadores de la ULL presente en EL Hierro está dirigido por el catedrático Alberto Brito y Natacha Aguilar, y continuará al menos tres días más en la Isla del Meridiano.