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Canarias, cerca del abismo (y II) > Román Rodríguez

   

Analizaba en un primer artículo la actual situación económica y social de Canarias comparándola con la de octubre de 2009, fecha en que se presentó el Plan Canarias. Y destacaba el notable empeoramiento en este periodo, pasando de 250.000 a 330.000 parados EPA, es decir del 25% al 29,76% de la población activa. Con una economía que retrocede más que la media estatal y con un progresivo empobrecimiento de amplias capas de la población. Y concluía señalando que Canarias se encuentra al borde del abismo y que, si no se actúa pronto y de manera decidida, con un verdadero plan de ayuda estatal, las consecuencias marcarán negativamente la vida de las Islas durante décadas. Para cambiar esta situación se hace imprescindible actuar de manera urgente, firme y rigurosa, sin perjuicio de los cambios estructurales a corto, medio y largo plazo que precisa nuestro modelo económico. Considero esencial la exigencia, en primer lugar, de que Canarias se coloque en la media española en financiación autonómica por habitante y en la media de inversión en los Presupuestos Generales del Estado. No es de recibo que la comunidad que se encuentra en peores condiciones reciba 545 millones de euros anuales menos en financiación respecto a la media estatal. Como tampoco lo es que nos encontremos 242 millones por debajo de la media regionalizada en los Presupuestos Generales para 2011. Entre uno y otro factor suponen casi dos puntos de nuestro PIB, 787 millones de euros, que impactarían enormemente en el crecimiento de la demanda y empleo.

Es imprescindible demandar, asimismo, un Plan Canarias de verdad, con ficha financiera. Con un mínimo de 1.000 millones de euros anuales adicionales, y que debería estar centrado en actividades estratégicas: mejora de puertos y aeropuertos, fomento del transporte público e introducción del sistema ferroviario, telecomunicaciones, energías renovables, infraestructuras científicas y parques tecnológicos, tecnologías modernas en tratamiento de residuos, renovación de las ciudades turísticas -con un Plan Renove-, así como infraestructuras educativas, sanitarias, sociales y vivienda.

Planteando, al mismo tiempo, que en la reforma de los actuales incentivos del Régimen Económico Fiscal (REF) se priorice la búsqueda de mecanismos para mantener el tejido empresarial, conservar el empleo existente y crear nuevos empleos. Proponiendo que se minoren un 25% las cotizaciones sociales para todos los asalariados con contrato indefinido y los autónomos.

En relación con la futura reforma del REF después de 2013 también propongo que se prioricen los incentivos a la inversión y a la producción y no al consumo. En este sentido, planteo incrementar la actual bonificación del 50% de la cuota íntegra del impuesto de sociedades a la producción industrial, agroganadera y pesquera, que regula el artículo 26 de la Ley 19/1994, como apoyo a nuestra diversificación económica. Aunque, como paso previo, me parece fundamental la exigencia al Gobierno central del cumplimiento y desarrollo de las medidas económicas y fiscales contenidas en nuestro actual REF, como el artículo 96 de la Ley 20/1991, que establece que las inversiones estatales no sean inferiores al promedio del conjunto de las Comunidades Autónomas, o el artículo 22 de la Ley 19/1994, que establece líneas de préstamo con tipos de interés preferente para financiar inversiones de las pymes canarias. El cumplimiento de las medidas contenidas en esos artículos del REF hubiese suavizado el impacto de la crisis.

Como ven, se trata de un conjunto de actuaciones que tienen al empleo como absoluta prioridad. Que pasan por la implicación de los sectores público y privado. Y en las que se incluye una especial atención al turismo, reclamando al Estado un Plan Renove que posibilite la rehabilitación y la diversificación turística, así como la formación de sus trabajadores; similar al planteado por el Ejecutivo central para afrontar la crisis en otros sectores sensibles de otras comunidades autónomas (automóvil). Así como el esfuerzo para lograr un mayor peso de las energías renovables y del conjunto de la I+D. Sin olvidar cosas como el impulso a la Formación Profesional o las ayudas a desempleados sin prestaciones.

Estos elementos de respuesta imprescindible y urgente a la gravísima situación del Archipiélago, junto a la defensa consecuente de los servicios públicos, la reforma del Estatuto y la reforma de nuestro sistema electoral, forman parte del Manifiesto Electoral de CC-NC para los comicios del 20-N, Unidos por Canarias.

Los nacionalistas canarios hemos decidido aunar nuestras fuerzas para obtener la más sólida representación en el Congreso de los Diputados y en el Senado, para responder a las necesidades de esta tierra y de su gente. La experiencia demuestra que si Canarias no tiene una voz propia, diferenciada y sin tutelajes, sus reivindicaciones no consiguen tener reflejo.

* Presidente de Nueva Canarias