A primera hora de ayer las máquinas comenzaban a introducir los primeros materiales en el mar frente al polígono industrial. / NICOLÁS DORTA
NICOLÁS DORTA | GRANADILLA
Las obras en el mar del puerto industrial del Granadilla comenzaron ayer con la colocación de los primeros materiales que formarán esta infraestructura. Desde primera hora de la mañana, una pala mecánica acumulaba tierra en la orilla y comenzaba a “rellenar” la zona donde irá el espigón principal.
A pocos metros, se ubica un gran solar donde están situados simétricamente enormes bloques, a cientos, de ocho toneladas cada uno, que darán forma al contradique.
Se trata de la primera fase de una obra que ocupará finalmente unos 800.000 metros cuadrados y 650 metros de muelle de ribera, quedando protegido por un dique exterior de 2.512 metros de longitud, 707 perpendiculares a la costa, 664 en una segunda alineación y 883 metros en la tercera, según datos del Observatorio Ambiental de Granadilla (OAG).
El morro del dique exterior queda a 1.750 metros del Lugar de Interés Comunitario Sebadales del Sur, aunque podría afectar a los sebadales de ese mismo entorno y, por lo tanto, a la biodiversidad de la zona.
Vigilancia ambiental
El director del OAG, Antonio Machado, comentó a este periódico -ayer, a pie de obra- que el Plan de Vigilancia Ambiental tiene como misión supervisar “que todo vaya en orden”, para que las actuaciones afecten lo menos posible al ecosistema marino y terrestre del Sur. “Hay que ver el efecto que tiene la obra hacia abajo y hacia arriba, teniendo en cuenta las mareas”, comentaba.
Machado trabaja desde Granadilla en un pequeño módulo prefabricado, donde supervisa los movimientos del barco Avatar, que toma muestras de la fauna y de la flora en la zona. “Hacemos varias inmersiones diarias”, explicó, para “recoger en los fondos trozos de sedimentos, mediciones de parámetros del agua, y proponemos medidas si se capta algo anormal”, dijo.
En estos momentos la obra se encuentra en “estado cero”, matizó Machado, ya que acaba de empezar.
El OAG también “vigila el material que se echa y el que procede de fuera para ver si viene en buenas condiciones”, comentó su director. Igualmente se hace un seguimiento ambiental del puerto vía satélite.
En la zona, que se encuentra vallada, ya se han instalado las diferentes empresas adjudicatarias junto al OAG. Desde junio las actuaciones se centraban en el acondicionamiento del terreno, acopio de materiales y la construcción de bloques.
Sebadales y pimelias
En febrero de 2009 se iniciaron las obras del puerto, pero fueron paralizadas por la presencia de los sebadales, plantas marinas incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias. En junio de 2010, el Parlamento de Canarias aprobó un nuevo Catálogo de Especies Protegidas, excluyendo la seba de las especies amenazadas y designándola como “especie de interés para los ecosistemas canarios”. Esto permitió en 2010 a la Autoridad Portuaria autorizar la continuación de los trabajos, a pesar de las denuncias de grupos ecologistas sobre la legitimidad de descatalogación de la seba y la legalidad de estas obras. También se detectó en dos parcelas el insecto pimelia tinerfeña, en especie de extinción, que tras las autorizaciones, se trasladó a la Reserva Natural Especial de Montaña Roja. El proyecto del puerto tiene un presupuesto de unos 130 millones de euros, financiados por parte de la Autoridad Portuaria y los Fondos Europeos. El Ayuntamiento de Granadilla respalda la viabilidad del puerto.