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TENERIFE > SUR

De lo insostenible a lo normal

   

En Arona hay 83.896 personas empadronadas, más la población flotante. / DA

NICOLÁS DORTA | Arona

Hubo un momento, sobre todo entre 2005 a 2008, que el crecimiento demográfico en el sur de Tenerife era insostenible. El auge de la construcción, junto al turismo, favorecía el cambio de residencia de norte a sur y fomentaba la llegada masiva de ciudadanos comunitarios y extra comunitarios que querían trabajar y formar una familia. Colegios, institutos, centros de salud, carreteras, y ayuntamientos, se resentían de esta situación.

La multiculturalidad pasó de ser un hecho novedoso a un fenómeno normalizado y actualmente forma parte de la sociedad sureña, con colegios y niños bilingües, mezquitas, fiestas hindúes, ferias gastronómicas de todo el mundo, numerosos negocios orientales. Todo forma parte del motor socio-económico de una comarca en constante transformación, y ya con un crecimiento ponderado.

Con la llegada de la crisis, en los últimos años, el crecimiento poblacional se ha frenado, según los datos recopilados, pero no se ha parado, experimentando una evolución “natural”, afirmó el alcalde de Arona, José Alberto González Reverón, uno de los testigos como responsable público de esta transformación.

Muchas personas han regresado a su lugar de origen y siguen anotadas en el padrón de habitantes, lo que en ocasiones genera “una bolsa artificial”, dijo Reverón. Aunque otras, en menos cantidad, continúan llegando en busca de una vida mejor.

Reverón indicó que el “crecimiento natural, como establece la Unión Europea”, no puede superar el 3%”, y actualmente “se está dentro de las ratios razonables”, como normal general. “Un ejemplo es que ya se pueden mantener los servicios en educación, sanidad y carreteras sin llegar a las cifras de saturación anteriores”, comentaba el alcalde.

Los padrones municipales de los municipios más poblados, como Arona, Granadilla y Adeje gestionan casi a diario certificados de residencia, lo que quiere decir que la comarca continúa siendo una tierra de oportunidades, menos que antes, quizás, pero con perspectivas de futuro.

En horas bajas para la construcción y un pequeño y mediano comercio en proceso de renovación, el turismo, siempre presente, es lo único ahora que puede dar un empuje definitivo a este territorio, coinciden los ayuntamientos.

En Arona hay actualmente 83.896 personas empadronadas más la población flotante. El diciembre del año pasado estaban registradas 81.729, según los datos que maneja la oficina del padrón municipal, gestionada a través del Servicio de Atención al Ciudadano (SAC).

En Adeje, a inicios del año en el padrón figuraban 46.161 habitantes; ahora existen 47.722 empadronados, lo que supone un 2,90% más que el año anterior.

El responsable del SAC, Juan Pedro García afirma que en torno al 60% de las atenciones presenciales (el año pasado fueron unas 138.000) en las diferentes oficinas, en Los Cristianos, Las Galletas y Arona casco, “son para tramitar actas de empadronamiento”. De los habitantes empadronados, según García, apenas un 20% son del municipio de Arona, el resto son comunitarios o extra comunitarios.

En el periodo de 2005 al 2008 los municipios del Sur sobre todo Arona, Adeje y Granadilla experimentaron crecimientos “insostenibles”, dice García, coincidiendo con el alcalde, por arriba de la posibilidades de poder ofrecer servicios adecuados a la población, en referencia a centros médicos o educación. Por ejemplo, “el instituto de Cabo Blanco cuando lo terminaron ya era pequeño”, explica el responsable del SAC. “Arona crecía en un año algo espectacular y el volumen de solicitudes de empadronamiento diarias no se podía comparar con las actuales”, añadió.

Otro ejemplo en cifras de este crecimiento ponderado es que en Adeje, en 2005, había 34.100 habitantes, en 2006, 37.626 y 39.509 en 2007, con aumentos que superan el 10% en cada año. A partir de estos años Adeje seguía aumentando, aunque a un ritmo más lento, desde un 5% hasta un 1,72%, de 2010.

El año pasado Arona dio de baja a más de 7.000 personas, comentan en el padrón municipal. El motivo es la no renovación o actualización del certificado de empadronamiento. Gente que abandona el municipio y no se da de baja en la oficina.

Los comunitarios tienen que confirmar la residencia cada dos años y para los extra comunitarios es necesario renovarla. Si no es así, a ese ciudadano se le da de baja. En enero de 2009 se registraban 84.356 habitantes en Arona, algo más que actualmente, pero no estaban contempladas esas bajas del año posterior. Granadilla de Abona es otro de los ejemplos del crecimiento poblacional. A 31 de diciembre de 2010 en el padrón de habitantes figuraban 44.971 personas y a 27 de agosto de este año 46.392.

Granadilla ha sido un municipio preocupado, junto a Arona y Adeje, por la integración de las diferentes culturas. De hecho creó un observatorio municipal de inmigración ante un proceso, un fenómeno inevitable y natural, que trasformó pueblos como San Isidro, uno de los más importantes a nivel comercial del sur.

Ahora las aguas parecen volver a su cauce normal. Son épocas de cambio donde nada volverá a ser como antes. “Estamos creciendo al ritmo normal”, concluyó el alcalde de Arona.