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Delirium Teatro. Esfuerzo y memoria

   

Severiano García, uno de los 'alma mater' de Delirium Teatro. | DA

SEVERIANO GARCÍA | Tacoronte

En 1985, se presentaba Delirium, tragicomedia que escribí y pude dirigir e interpretar junto a Ricardo del Castillo y Clemente García. Algo más tarde, decidimos formar la compañía Delirium Teatro en Tacoronte. En 1991 entró a formar parte la actriz Soraya González del Rosario que, es hoy en día junto a mí, Severiano García, la otra mitad de la compañía.

La obra Delirium es una peculiar historia. En un rincón de un desolado parque, García, un antiguo empleado de una multinacional víctima de un despido improcedente, es interrumpido por un Culo cuando intentaba quitarse la vida. El Culo, que se había escapado de su dueño para exigir mejores condiciones de vida porque se sentía maltratado, es descubierto y perseguido por un gentío armado. Entre El Culo y García surgirá una conmovedora historia de amistad hasta que inesperadamente aparece Luis, un joven abogado con cierta “falta de escrúpulos” y de algo más…

El nombre “Delirium” tiene que ver con dos conceptos, uno con el Delirium tremens que cree padecer el personaje García y otro con Delirio. Transcribo del diccionario: Delirio, acción y efecto de delirar. Desorden o perturbación de la razón o la fantasía, originando una enfermad o una pasión violenta. Despropósito, disparate, desvarío, enajenación, ilusión, fantasía. Este significado se acercaba mucho a una forma o manera de entender el teatro por el que sentía especial predilección y que podía dotar de contenido a un proyecto artístico llamado Delirium Teatro.

Desde la perspectiva del tiempo, entiendo que Delirium supuso un aire fresco y renovador en la escena insular de los 80 y ocupó un lugar destacado para una compañía que tuvo unos comienzos muy alentadores gracias a este montaje. En 1986 ganó el Primer Premio en el “Encuentro Regional de Teatro Contemporáneo para Jóvenes” de Canarias. Representó luego a las islas en el “Encuentro Nacional de Teatro Contemporáneo” de Mérida y, en 1987, a España en el “IV Festival do Joven Teatro en Oporto”, Portugal.

Con el reestreno en julio de 2010 de este, para mí, entrañable montaje, ahora denominado Un Culo anda suelto, la compañía celebró sus 25 años de andadura reencontrándose, de alguna manera, con sus orígenes.

Con el reestreno del montaje ahora denominado Un Culo anda suelto, la compañía celebró sus 25 años de andadura. | DA

Los primeros montajes como Gilbert o Sullivan de Ricardo del Castillo, El conferencista de Severiano García o Tonga Tonga de creación colectiva,  cuya autoría pertenecía a los miembros de la compañía, destacaban por su originalidad, frescura y buen humor, sin dejar de lado cierta intención crítica sobre algunas cuestiones oscuras del individuo y su deformado comportamiento en la sociedad. Esta manera de entender el teatro ha provocado que, desde el principio, tuviéramos la fortuna de contar con un numeroso grupo de fieles seguidores que ha propiciado, sin lugar a dudas, que Delirium Teatro siga trabajando y pueda pasar a formar parte del acervo cultural de las islas. Tras un importante período de formación académica de los miembros de la compañía en Madrid en escuelas como la de Jorge Eines o Wiliam Layton, a Delirium le siguieron otros montajes como Schneider de Sergi Belbel, La traba de Severiano García, El camino más duro de Alfred Bester y La muerte y la doncella de Ariel Dorfman, estrenada en 1998. Estos tres últimos surgieron de la colaboración con el director y amigo Eduardo Bazo, con quien la compañía dio un salto cualitativo hacia su profesionalización. Aunque siempre alterné labores de intérprete con las de director, es en este afortunado encuentro con Eduardo y su generosidad, cuando se termina de fraguar mi formación como director, hasta ese entonces autodidacta.

Luego vinieron Quijote, adaptación de la compañía; Footin de Ricardo del Castillo e Isla Mujeres, una propuesta multidisciplinar construida con textos de poetas canarias realizada en colaboración con Elica Ramos en el año 2002.
Estos espectáculos, en los que asumí definitivamente la dirección artística, nos consolidaron como una compañía constante, seria y con afán de rigurosidad en cuanto al resultado de las propuestas. Nos arriesgamos con montajes dispares en una búsqueda e investigación permanentes, respondiendo a estilos y públicos distintos. Después del exitoso montaje de Isla Mujeres, la compañía indaga de una manera más exhaustiva en la literatura y autores canarios, cantera inagotable de excelentes escritores, en muchos casos injustamente desconocidos.

La culminación de este propósito llega con Tic Tac de Claudio de la Torre, en el año 2003. Con esta obra representativa del teatro español de las vanguardias de entreguerras, a caballo entre el surrealismo y el expresionismo, la compañía deja su formato medio habitual para pasarse al gran formato que requería este proyecto. Gracias al inestimable apoyo de varias instituciones canarias fue posible que este espectacular montaje, que contó con unas dieciocho personas, entre músicos, actores, bailarinas y técnicos, girara por las islas. El resultado fue magnífico, pero nunca hemos podido volver a repetir la experiencia de abordar una obra de tal magnitud, seguramente debido a la falta de recursos y a las deficiencias del tejido profesional del teatro en Canarias que parece que nunca termina de arrancar.

Me gustaría destacar una reciente etapa de Delirium Teatro formada por tres montajes: Canarias, Piche y Pancho, cocineros y La Konkista de Canarias, premio Réplica 2009 de Artes Escénicas de Canarias a la mejor autoría y dirección. Estas tres obras pertenecen al autor palmero Antonio Tabares, con quién mantenemos una estrecha colaboración. Ha sido todo un descubrimiento y un enorme placer poder trabajar codo con codo con un dramaturgo de su calidad. La incorporación del autor a la labor del desarrollo, seguimiento y puesta en pie del montaje ha posibilitado, sin lugar a dudas, que estos espectáculos salieran prácticamente redondos y que consiguieran un gran reconocimiento tanto de la crítica especializada como del público.

A lo largo de estos 26 años Delirium Teatro ha realizado una veintena de espectáculos de diversa índole como son El laberinto de Fernando Arrabal, los infantiles Teatro con clase y Caperu, una aventura en la ciudad; teatro de calle como Acción; espectáculos multimedia como Óscar, sobre la vida y obra del pintor surrealista Óscar Domínguez y otros tantos. Asimismo, hemos colaborado con otras empresas productoras de teatro como es el caso de Una hora menos, a cuyo director, Mario Vega, nos une una gran amistad.

Nuestra compañía ha recibido premios y distinciones, ha participado en numerosos eventos teatrales… pero nos queda la sensación de que todavía falta mucho por hacer y de que no hay más secreto que el trabajo del día a día, el perseverar, ser honestos y autocríticos con una profesión muy exigente, el teatro, nuestra forma de vida.

Aunque en numerosas ocasiones hemos logrado “cruzar el charco” con la inestimable ayuda del programa “Canarias Crea” del Gobierno de Canarias, está aún pendiente una verdadera promoción de la compañía fuera del archipiélago. El coste de la insularidad dificulta enormemente nuestros movimientos. Sin embargo, esta dificultad nos ha convertido en auténticos corredores de fondo, aprovechando y defendiendo, cuando hemos tenido la oportunidad de mostrar el trabajo en el exterior, nuestro marcado carácter y acento isleño como rasgos identificativos en cuanto a una manera de hacer y estar en la escena.

Con Un Culo anda suelto… seguimos cosechando éxitos tanto dentro como fuera de Canarias. Este año hemos participado en varios Festivales Internacionales de Teatro: “Del Sur Tres Continentes” en Agüimes; de “Humor en Ingenio”; de “Títeres de Canarias”; en junio, en Argentina en el “Encuentro Internacional de Teatro Otoño Azul”, donde recibimos el Primer Premio al mejor espectáculo y Primero y Tercero del Público al Mejor Actor, a Carlos Pedrós, por su espléndido trabajo o en Octubre en el “feSt, Festival Internacional Escénico de Sevilla”, donde hemos conseguido excelentes críticas. A finales de este año estaremos, durante un largo período, en el Teatro Arenal, en pleno centro de Madrid.

Antes, el 4 de noviembre, estaremos en el Teatro Leal de La Laguna, un lugar emblemático para la cultura de estas islas. Aquí ya se representó la obra en la década de los 80 y ahora volvemos con la mayor ilusión. Nos vemos en el Teatro.

Severiano García es Director artístico de Delirium Teatro