DAVID SANZ | Tijarafe
Pedro Fausto (Tijarafe, 1955) es uno de los pintores palmeros más reconocidos y su obra, que ha podido ser contemplada en numerosas exposiciones fuera incluso de España, tiene un sello personal que distingue su arte.
Pero su creación no ha sido lineal y ha ido evolucionando tanto en la técnica como en el estilo.
Pinta al óleo y lleva alrededor de quince años trabajando, “generalmente, con espátula sobre madera”, aunque antes empleó “otras técnicas”. En cuanto al estilo, pese a que abunda el arte figurativo, “mi pintura ha tenido etapas experimentales, donde me he metido incluso con temas abstractos”. En cualquier caso, advierte que “hay tantos estilos como pintores, cada cual tiene su pequeña inclinación que es lo que le da la personalidad a lo que hace”. Hay un color que destaca en su obra: el blanco. De su presencia resalta la luminosidad. Pedro Fausto reconoce que en su creación siempre ha tenido un lugar destacado la luz, por cuyo estudio siempre ha mostrado un gran interés. En especial siente debilidad por la luz de primera hora de la mañana o la última de la tarde.
“Una luz que viene del horizonte y que te da un aspecto más mágico de las cosas. No es la luz del mediodía, que es más fría o impersonal. La luz de la mañana y del atardecer es más cálida y son los momentos del día en los que más me gusta pintar”, explicó el pintor tijarafero.
La presencia de los niños es otra de las notas características de su creación. Pedro Fausto destaca que los más pequeños “despiertan ternura”. “Además -prosigue- los niños son muy espontáneos a la hora de posar, son muy sueltos; con las personas mayores es diferente”.
“Pienso que pintar a los niños, le devuelve a uno mismo a la infancia, que es la etapa más mágica de la vida”, destacó Pedro Fausto, quien añadió que “uno cuando intenta inspirarse, a veces acude a los recuerdos de la infancia, que con el tiempo vas viendo como un sueño. Y pintar a los niños es una manera de regresar a esa edad”. En cuanto a sus influencias, destaca el nombre del pintor Antonio López, pero también Cézanne y Picasso. En su biografía no hay antecedentes artísticos, sus padres eran agricultores, como la mayor parte de la población de Tijarafe.
Vocación
Su vocación por el arte surgió mientras estudiaba segundo de Bachillerato en el instituto Eusebio Barreto, de Los Llanos de Aridane. “Un profesor de Dibujo de El Paso, Antonio Capote, me dijo que tenía ciertas habilidades para dibujar y me recomendó que entrara en Bellas Artes”. Desde entonces comenzó a pintar de una manera regular y hoy es uno de los pocos pintores de La Palma que se dedica profesionalmente a este arte. Su primera exposición fue en la Bajada de la Virgen de 1975. Desde entonces no ha parado de seducirnos con su creación artística.