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TENERIFE > SUR

En busca de ayuda pública

   

NICOLÁS DORTA | Arona

Luz Marina Plasencia y Darío Casanova tienen una hija con síndrome de Dawn, Claudia, de cuatro años. Las diferentes terapias a las que se somete la niña para estimular sus capacidades le cuestan a sus padres una media de 1.000 euros al mes, afirman. Claudia acude a centros privados especializados en personas con algún tipo de deficiencia psíquica o física, que se encuentran en el sur de la isla. Allí está bien atendida por especialistas, pedagogos, psicólogos y otros terapeutas, aunque el gasto económico “es considerable”, insisten. Estos padres, aunque trabajan los dos, no reciben ayuda pública, y Claudia hasta que no vaya al colegio no puede acceder a una beca. “La formación de cero a tres años es básica para el desarrollo futuro en las personas discapacitadas y se le costea con sus propios recursos”, afirman.

Luz Marina y Darío no son los únicos padres de la comarca en esta situación. “De media podemos hablar de 600 euros la cantidad que muchos asumen para costear los gastos de las terapias”, dicen. Ante esta situación e igualmente con otros fines se ha formado Asatedi (Asociación para la Atención a la Diversidad), un colectivo comarcal con ámbito insular que nace para lograr recursos públicos en el sur, en el cuidado de las personas con diminuciones físicas o psíquicas.

Falta de respuesta

“Varios padres nos dimos cuenta de que en el Sur no había una respuesta pública a las necesidades de nuestros hijos, a las diferentes discapacidades”, dice Luz Marina, presidenta de Asatedi. “Todo lo que vemos supone un coste económicos elevado”, añadió. “Muchos niños con síndrome de Dawn y otras discapacidades tienen que desplazarse a Santa Cruz o a La Laguna y la atención es privada”, explica la presidenta de esta asociación, preguntándose “por qué los especialistas no acuden al Sur”.

Cuentan desde Asatedi que existen varios centros privados como Oroval o Garoé que realidad un muy buen trabajo con estas personas, aunque las terapias no se las puede costear todo el mundo. “Los niños precisan de atención multidisciplinar y esto supone un coste”, aseveran.

El colectivo de padres con hijos discapacitados ha tenido reuniones con diferentes municipios para aunar fuerzas e ideas con el objetivo de buscar ayudas económicas y sociales por parte de las administraciones públicas. La asociación tiene una sede provisional en el Centro de Discapacidad de El Mojón, uno de los pocos recursos públicos de peso que existen en la comarca, aunque “insuficiente” para toda la población del sur, añaden. “La idea es que hayan más como éste”, según los padres.

Desde Asatedi se quieren organizar actividades, talleres, charlas, conferencias en los municipios. El secretario del colectivo, Dario Casanova afirma que esperan tener unos 200 socios a final de año pues “la respuesta de los padres es muy buena”.

Igualmente afirman que la Ley de Dependencia se ha centrado más en la personas mayores que en las diferentes discapacidades y que se deberían ampliar los recursos en este sentido.

“Las personas con parálisis cerebral necesitan de estimulación constante”, explica Casanova. Así, los padres quieren colaborar con otras asociaciones del Sur y de la isla para unir estrategias, intenciones y planificar jornadas.

En el correo electrónico asatedi.tf@gmail.com se puede solicitar ayuda y consultar dudas para que “las personas con discapacidad cuenten con más recursos públicos en la comarca”, concluyen desde Asatedi.