En caso de accidente > Elba Navarro

Cierren los ojos y piensen por un momento en tres cosas que les pudieran arreglar la vida: una la primitiva, otra, que su hijo les saliera futbolista de primera división, o tal vez, ser el presidente del Banco Santander… tres sueños casi inalcanzables para cualquier españolito medio, ¿o no? Pues bien, el otro día paseaba por un parque, y vi un jolgorio digno del mejor tenderete de las islas. Ingenua de mí, me acerqué a curiosear por si acaso estuviera el futuro Cristiano Ronaldo, o el vendedor del número ganador de la lotería…, pero mi gozo en un pozo… estaban ¡celebrando un accidente!

¿Perdón, un accidente, de los de tráfico? ¿De esos que te destrozan la vida porque te dejan secuelas? Sí, de esos, porque aquí tener un golpe con el coche es como cuando te pagan la extra de navidad, pero a lo bestia. Como mínimo, un accidente te puede dejar 10.000 dólares, tengas o no la culpa. La cosa depende de varios factores: tu capacidad de actuación e improvisación en el momento, la gravedad del choque y sobre todo… tu abogado. Aquí los abogados de accidentes aparecen bajo las piedras cuando presienten las desgracias, de hecho se han conocido casos en los que se han visto a letrados vagando por las carreteras a la espera de una víctima que socorrer y un seguro al que desplumar.

Pero, si no fuera por ellos, ¿qué sentido tendría estrellar tu coche, caerte porque han fregado el suelo, o quemarte con el café? Pues ninguno, por eso se esfuerzan en aparecer en la radio, la prensa y la tele, convenciéndonos de la necesidad de llamar a teléfonos del tipo 1-800-411-PAIN (dolor para los que estudiaron en Opening) o 1-800-LOAYUDAN, empresas que a ritmo de salsa, bachata o reggeaton pegadizo, te taladran la cabeza hasta límites insospechados. Eso sí, a la hora de planificar un accidente, resbalón o caída, hay que tener en cuenta varios puntos: saber identificar bien al abogado entre toda la gente que vendrá a socorrerte incluidos bomberos, paramédicos, policía, prensa y un señor de Murcia que pase por allí; dos, cuanto peor hable español, más dinero sacará por tu accidente y tres, que si vas a tener una desgracia…que sea flojita, para que tengas salud para disfrutar tu dinero. Vamos, que como dicen en mi tierra, “pa’ habernos matao”.