Estos dÃas los diferentes parlamentos europeos están ratificando los acuerdos que se alcanzaron el 21 de julio por el Eurogrupo, en el que se ampliaron las competencias del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) creado en 2010 para darle mayor flexibilidad. Se permite que actúen, en los momentos complicados, comprando en el mercado secundario deuda de los paÃses en dificultades, prestando dinero con tipos de interés más bajos a los del mercado a través de lÃneas de crédito preventivas, e incluso prestar dinero para recapitalizar bancos de la Eurozona. De los 17 paÃses que forman este grupo, hasta ahora solo 11 lo han llevado a sus respectivos parlamentos: España, Bélgica, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Eslovenia, Finlandia y Alemania. Quedando aún pendientes: Austria, Chipre, Eslovaquia, Estonia, Holanda y Malta, que lo harán en este mes.
Este Fondo es un mecanismo temporal con fecha de caducidad, ya que, a finales de marzo del presente año, el Consejo Europeo aprobó crear un ente supranacional de carácter permanente que, en junio de 2013, comenzará a actuar. Se trata del European Stability Mechanism (ESM, o Mecanismo Europeo de Estabilidad). Pero desde marzo a los dÃas de hoy, la crisis ha ido empeorando. Tal y como van transcurriendo los acontecimientos, parece lógico pensar que las cantidades acordadas para el FEEF no van a ser suficientes. Grecia se encuentra en una situación extremadamente complicada y su dificultad para cumplir con las exigencias de la Troika, en cuanto al déficit público, sigue dejando a la zona euro en serio peligro. La posibilidad de que se acuerde ampliar los fondos se antoja muy complicada, aunque no imposible. Las garantÃas que tendrÃan que aportar los paÃses con triple AAA para ampliar la capacidad del FEEF podrÃan ser contabilizadas como deuda pública y, por lo tanto, afectar a la calificación crediticia de los paÃses más sólidos, como Alemania o Francia. En el caso alemán, el Tribunal Constitucional ya ha advertido que esta decisión solamente la podrÃa tomar el Bundestag y, en la votación de la ratificación de la semana pasada del acuerdo de ampliación de competencias del FEEF, quedó meridianamente claro que, de momento, no están dispuestos a añadir ni un euro más, ni en forma de aval, para el Fondo.
Por lo tanto, es posible que las autoridades se planteen que la transición del FEEF al ESM se produzca antes del 2013 y que es necesario ampliar sus competencias.
Los estados de la zona euro acordaron aportar al ESM unas cantidades lÃquidas, en función de su participación en el Banco Central Europeo. A España le corresponde el 11,9% del fondo, es decir, 9.520 millones de euros, que tendrá que entregar en cinco años, en circunstancias normales; es decir, si no hay que acudir al rescate de ningún paÃs. Si dichas cantidades no fuesen suficientes, nuestro paÃs podrÃa tener que aportar hasta 59.500 millones de euros. El nuevo Gobierno tendrá que hilar fino para que las cuentas le salgan y luchar para que ningún Estado miembro entre en suspensión de pagos, por el bien de nuestro paÃs y de Europa. En este caso Grecia somos todos.
Europa está viviendo la peor pesadilla. Curiosamente, la Unión Europa nació para intentar evitar que se volvieran a repetir conflictos históricos dentro del viejo continente. Salvar al euro es mucho más que evitar un caos económico de dimensiones desconocidas.
* Economista, abogada y licenciada en Ciencias PolÃticas | Twitter @errelu