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Gustavo Matos: “Los comerciantes de la Isla no son unos vagos”

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

Gustavo Matos posa antes de la entrevista en su despacho en la calle de La Marina en Santa Cruz. / JAVIER GANIVET

Estuvo en la oposición en el Ayuntamiento de La Laguna cerca de 12 años acompañando a Santiago Pérez y Javier Abreu. Ahora, después de la entrada del PSOE en el Ejecutivo, Gustavo Matos (agosto de 1973) se sienta en el otro lado, en el del Gobierno, aunque para él no hay ningún cambio. “Sigo siendo el mismo y defiendo las mismas ideas”. Durante su etapa en la oposición en La Laguna defendió a capa y espada al pequeño comercio. Ahora en la dirección general tiene que atender los intereses de todos, pequeños y grandes. “No me preocupa. Estoy aquí para hacer cumplir la Ley y no permitir abusos”.

-¿Cómo se ha encontrado la situación del comercio?

“¡Uf, menuda pregunta…! Todo el sector comercial está pasando por una situación difícil pero quien peor lo está pasando es el comercio tradicional, porque tiene menos herramientas para navegar en medio de la tempestad financiera y económica en la que vivimos. ¿Su principal problema? La dificultad que tienen para acceder a la financiación. En los últimos meses ha habido un pequeño repunte especialmente por la mejoría del sector turístico, que repercute indirectamente en el comercio, pero no ha sido muy significativo”.

-Entonces ¿no cree que habría que apostar por medidas que hagan ir de la mano a estos dos sectores? Por ejemplo, apostar por el turismo de cruceros. ¿Por qué en Tenerife los comerciantes se han cerrado en banda y se niegan a abrir los domingos? ¿No es ridículo que en un momento de crisis como el que estamos viviendo lleguen turistas en barco un sábado por la tarde o un domingo y se encuentren con todo cerrado?

“Vamos por partes, porque creo que hay mucha mitología con esto y conviene aclararlo. Esto es muy fácil. Un comercio no abre un domingo si no le resulta rentable, por muchas vueltas que le demos. Un comerciante está para ganar dinero, por lo que el primer interesado en abrir es el propio comerciante, y si no lo hace, es porque no le resulta rentable. Mire usted, abrir una tienda lleva unos costes adicionales y si no los cubre no abre. Hay que hacer un esfuerzo entre todos y esto no se consigue solo con el turismo de cruceros, sino cambiando los hábitos comerciantes de los ciudadanos. Hasta que no haya costumbre de ir a comprar un domingo esto no va a repuntar. Hay que dinamizar el sector y hacer cosas para atraer al público. Esto es fácil de comprender. Parece que es que no quieren abrir o que son unos vagos, pero no es verdad. Yo no conozco un comerciante que no quiera abrir un domingo si es rentable”.

-Ya, pero lo que no se entiende es que uno vaya por Candelaria, por ejemplo, y vea un lleno total y venga a Santa Cruz y esté muerto.

“No es lo mismo. No es comparable”.

-¿Por qué?

“¿Cuántos años lleva abriendo los domingos Candelaria?”

-Muchos, sin duda, pero alguna vez habrá que empezar, porque si no nunca se creará el hábito. Candelaria comenzaría de cero algún día.

“Hay que procurar que haya un hábito del consumidor de salir los domingos a comprar. ¿Cómo? Dinamizando la zona para que sea atractivo ir en familia”.

-Disculpe pero yo eso del hábito no lo entiendo muy bien porque cuando abren las grandes superficies un domingo, y no hablo de Navidades, se llenan de gente. Así que, permítame, pero eso del hábito es relativo.

“Yo le explico. Un centro comercial grande se dinamiza solo. Hay aparcamientos, tiendas, supermercados, ocio y un gerente que se encarga de dinamizarlo, además de la posibilidad de la publicidad que tienen. Mire usted, un papel que diga que se puede abrir los domingos no es suficiente. La potencia económica de un centro comercial no es la misma que la del comercio tradicional”.

-Es cierto, pero la verdad es que llevamos oyendo el mismo discurso del pequeño comercio desde hace años. ¿No cree que hay que actuar en lugar de estar echándole siempre la culpa de todo a las grandes superficies?

“No estoy de acuerdo. Nos estamos centrando en tres calles de Santa Cruz, pero hay muchos sitios en los que se están haciendo cosas: en La Laguna, en el Norte de Gran Canaria, Puerto del Rosario, Morro Jable… Hay muchos que están haciendo las cosas bien. No se les puede pedir más, están haciendo un esfuerzo tremendo. Hay zonas concretas en las que las cosas no están funcionando porque la asociación de turno tampoco funciona. Pero no creo que haya que estigmatizar al pequeño comercio”.

-Durante su etapa en la oposición en La Laguna fue un gran defensor del comercio tradicional.

“Y lo sigo siendo”.

-Pero ahora ha cambiado de lado.

“No. Sigo en el mismo lado. Lo que tengo ahora es responsabilidad de gobierno, pero sigo defendiendo el comercio tradicional”.

-¿No tiene ahora presiones de las grandes superficies?

“Ni que se les ocurra”.

-Sabe a lo que me refiero. Ahora como director general de Comercio tiene que atender a todo el sector, incluidos los grandes equipamientos comerciales.

“Lo sé. Mire, esto es muy sencillo. Hay una ley y unas normas. Mientras se cumplan, perfecto. Lo que no puede ocurrir es que se salten la ley y hagan trampas, y yo voy a velar con celo el estricto cumplimiento de la ley. Mire, yo no tengo que defender a los grandes equipamientos comerciales. No necesitan a la administración para nada. Quien sí necesita apoyo, empuje, cariño y mimo es el sector del comercio tradicional y no solo por una razón sentimental, sino también porque crea empleo estable”.

-Un centro comercial crea mucho empleo también.

“Pero no necesita ayuda para la contratación”.

-¿A qué se refiere cuando habla de cumplir la ley?

“Le pongo un ejemplo concreto. Le llega a su casa un folleto que oferta una tabla del planchado a 10 euros y vas al centro comercial y ya no tienen. Ellos tienen la obligación de tener un número de existencias obligado por ley. Esto es cumplir la ley y no mirar para otro lado. No he cambiado ni de discurso, ni de lado. Solo que ahora no vamos a permitir ni un solo abuso”.

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Mapa comercial

Una de las primeras decisiones que tomó Gustavo Matos al llegar al Gobierno fue ampliar el plazo de alegaciones de los planes territoriales de equipamiento comercial. Con este tema, Matos admitió que se ha creado una fuerte polémica, pero asegura que mirará todas las alegaciones y que perfilará los planes. La directiva europea Bolkenstein dice, más o menos, que una gran superficie se puede instalar donde le da la gana. Se ha cambiado el escenario. Matos aseguró que a él no le gusta esta directiva. “La critiqué y la seguiré criticando, pero hay que cumplir la ley”. “Con estos planes se puede regular la instalación por razones territoriales. Lo que se ha hecho es dibujar el mapa comercial de las Islas, lo que no es malo porque ahora sabemos dónde no puede ir un centro comercial”.

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