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Jakim Donalson: “Cada día que vivo es para mí como si fuera el último”

LUIS DE LA CRUZ | La Laguna

Jakim Donalson, 'puntal' del Iberostar Socas Canarias. / SERGIO MÉNDEZ

Llegó dos días más tarde que la fecha en que arrancaran los entrenamientos del Iberostar Socas Canarias. No estaba de fiesta, no se dejó dormir y tampoco se perdió en ningún aeropuerto americano. Estaba colaborando en un campus de Pittsburgh, en el estado de Pensilvania. Trabajando con adolescentes y utilizando el baloncesto como un instrumento de inserción social y también laboral.

Jakim Donalson no es solo un excelente pívot; posiblemente de los mejores de la Liga Adecco LEB Oro. Tiene enorme capacidad, tanto defensiva como ofensiva, con gran talento anotador, y además es una persona tremendamente solidaria, con gran cantidad de valores positivos que lo definen como un gran tipo.

Momentos antes de un entrenamiento, atiende muy bien no solo al que escribe la entrevista, sino también a mi compañera Susana Nasser, que se encargó de la traducción.
Durante más de media hora habla de todo en un tono amable y mostrándose bastante cercano a nosotros.

Una de las frases que más nos impacta: “Cada día que vivo es como si fuera el último”, Más tarde, agrega: “La vida es muy bonita; entonces no queda otra que vivirla a tope”. A continuación, cuando se le pregunta por el Iberostar Socas Canarias, dice: “Fue el equipo que me dio la oportunidad de jugar en España, ya que en Sabadell me cortaron y no me quedó otra que marcharme a Portugal, pero al año siguiente me vine a vivir a La Laguna”.

La temporada pasada jugó en la ACB, concretamente en el Vive Menorca, pero al final la directiva del Iberostar Socas Canarias hizo un esfuerzo y trajo al ídolo de la afición del equipo amarillo. “Me encanta pasear por La Laguna, saludar a la gente; disfrutar de la comida y de los buenos vinos que tiene esta tierra”.

Donalson se encuentra muy bien en este club: “Funciona como una familia; siempre tratan de ayudarte, cuando surge cualquier tipo de problema a nivel personal”.

Sobre el resto de sus compañeros indica que, “a casi todos ellos, los conozco cuando estuvimos a punto de subir a la ACB. Nos entendemos muy bien y queremos el escudo de este equipo porque es muy especial, con una afición que nos motiva”.

Sobre la Isla, remarca que tiene de todo: “Calor, frío, viento y hasta nieve, cuando llega el invierno duro al Teide”. Sobre la comida remarca que le “encanta de todo, pero en especial la Cooperativa La Candelaria tiene unos solomillos y unos chuletones que están muy buenos”.

El resto de sus compañeros ya están en la cancha y, tanto Israel Martín como Alejandro Martínez, dan las primeras instrucciones. Donalson sabe que debe saltar al parqué. Se despide en un perfecto castellano: hasta luego. Nació en Pittsburgh, pero es más lagunero que el padre Anchieta, y en La Laguna, más que quererlo, lo adora todo el mundo.