R. D. GARCÍA | Santa Cruz de Tenerife
Aunque parezca mentira, tres meses después de la conformación del actual Gobierno de Canarias (al menos en su cúpula), el organigrama de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas está aún por concretar.
El área que gestiona el palmero de Coalición Canaria Juan Ramón Hernández, en la legislatura pasada al frente de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, puede sufrir en breve cambios sustanciales en los nombres de su esquema orgánico actual, sobre todo porque el titular de Agricultura cuenta con que al final sea posible que la actual directora general de Transportes, Rosa Dávila, llegue a la consejería con sede en la avenida santacrucera de José Manuel Guimerá con el objeto de reemplazar al interino y también palmero que dirige hoy el departamento de Agricultura y Desarrollo Rural (aunque nombrado en tiempos de Domingo Berriel), que se llama Pedro Tomás Pino Pérez.
El consejero de Agricultura actual tiene sus preferencias y éstas ya las conocen sus allegados, aunque parece que el cambio no va a ser muy fácil. Juan Ramón Hernández tiene muy claro que la persona ideal para impulsar el departamento que mueve la mayoría de los fondos públicos, junto a la Viceconsejería de Agricultura, debe ser la tinerfeña Rosa Dávila, con la que compartió trabajo en su etapa al frente de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, en la pasada legislatura.
Se entiende que si al final Dávila se va con su antiguo jefe, Pedro Tomás Pino, que antes estuvo en la Dirección General de Trabajo, tendrá que buscar acomodo en otro sitio, o quizá ya no le quede otra opción que ser un militante sin cargo público.