La red social > Conrado Flores

Facebook es la red social más popular. Para quienes no sepan mucho de Internet es preciso aclarar que se trata de una aplicación que te permite mantener contacto con amigos y familiares de cualquier rincón del mundo desde el sillón de tu casa. Cientos y hasta miles de amigos a los que puedes espiar o con los que puedes compartir fotos sexys en bikini que con el tiempo circularán por algún foro de pervertidos sexuales.

Gran parte de la actividad gira en torno a las fotos. Según mis informadores, éstas se utilizan mayoritariamente con cuatro fines. Uno, para localizar a tus antiguas compañeras del instituto después de haberte separado y con ese pretexto intentar ligarte alguna. Dos, para colgar fotos en las que sales con tu nueva novia y dar celos a tu ex pareja. Tres, para colgar fotos en lugares a los que tus amigos no han ido y darles envidia. Y cuatro, para colgar fotos en las que dejas bien patente al mundo que te has operado los pechos y que vas en serio.

Pero claro, no todo iba a ser positivo. Su uso está condicionando tanto las relaciones humanas que, no hace mucho, la joven británica Chelsea Taylor se enteró que estaba despedida de su trabajo por un mensaje que le dejó su jefa en el muro. Algo así como “Hola Chelsey. Estás despedida. ¡Y qué guapa sales en tu perfil!”. La cosa es que faltaron 10 libras en la caja de la cafetería donde trabajaba y fue inculpada por ello. Por supuesto, todos los amigos de Chelsea también pudieron leer cómo la ponían de patitas en la calle. Así, en tiempo real. Eso sí, su jefa se ahorró el mal trago: es terrible dar malas noticias en persona. Más recientemente, un administrativo de un hospital de Cartagena fue despedido – de manera procedente según los juzgados – tras crear un perfil falso de su director gerente para verter en la red expresiones injuriosas y vejatorias bajo la identidad de su superior. Buen rollito en la oficina.

Ya sabes, una nueva era ha comenzado y no te puedes quedar atrás. Dime lo que cuelgas y te diré quién eres.