Purga, de Sofi Oksanen, es un thriller que se lee en tres tardes. Además es la historia de dos mujeres, de diferentes generaciones, en una zona despoblada rural de Estonia, en 1992, cuando el país ya ha recuperado su independencia, cuyas vidas tienen bastante en común al compartir experiencias traumáticas con secuelas cargadas de desconfianza que dificultan el acercamiento entre ambos personajes.
Sofi Oksanen, una finlandesa nacida en 1977, escribió Purga para ser escenificada como obra de teatro en el Nacional de Helsinki, donde sorprendió con un extraordinario éxito de público. Esta circunstancia hizo que retomara los originales para desarrollar sus personajes y reescribir esta novela, con capítulos cortos que mezclan pasado y presente sin perder nunca el hilo de la historia que mantiene en vilo al lector. Ya sólo falta elaborar un guión para ser exhibida en los cines, que seguro que sigue la misma senda de la aceptación del público.
La historia de Oksanen trata de Allide, una anciana que vive aislada en una zona rural marcada por la represión y la tiranía soviética, que un día al mirar por la ventana encuentra un bulto que no es ni más ni menos que una joven veinteañera víctima del tráfico de mujeres que ha logrado escapar de sus captores. Allide atiende a la mujer pero siempre mirando alrededor “con el rabillo del ojo” por si alguien más ronda por el bosque.
La relación entre ambas se desarrolla conforme a lo que dice Eduardo Punset en El viaje al poder de la mente, de que “entre las mentiras conscientes para engañar a otros y los intentos inconscientes de justificarse a sí mismo ante los demás, hay un terreno movedizo en el que se fabrica nuestra propia memoria, en la que no puede confiarse ciegamente”.
El texto no es ajeno a la propia biografía de la joven escritora, de madre estonia y padre finlandés, que conoció las cooperativas agrícolas soviéticas fuertemente militarizadas, con teléfonos y correspondencias personales intervenidas y amores donde jugarse la vida o sufrir las más brutales vejaciones estaban a la orden del día.
Pero no solo las vivencias personales jalonan esta historia, sino que la autora ha estudiado minuciosamente los archivos de la KGB que aparecen reproducidos literalmente al final de la obra y que dan carta de autenticidad a la barbarie cometida por el régimen totalitario comunista. Los detalles son también un elemento esencial para conocer los porqués de los modos de vida cuando se está bajo el yugo de los totalitarismos.
Purga, editada por Salamandra, confirma la calidad literaria de Sofi Oksanen, quien ya ganó fama con sus dos primeras novelas Las vacas de Stalin y Baby Jane, por una obra que expone crudamente las heridas de la represión en Estonia, un país que fue ocupado por los nazis, más tarde padeció el yugo del comunismo, ambas de la mano con las más bajas corruptelas, entre ellas las del tráfico de mujeres.
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