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XXXII FIESTA DE LA BICICLETA >

Rodar sin humos

   

Foto: SERGIO MÉNDEZ

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Rodar sin humos, sin contaminar, es posible en Santa Cruz de Tenerife al menos un día al año. Es lo que pusieron de manifiesto los miles y miles de vecinos que ayer celebraron la trigésimo segunda edición del Día de la Bicicleta, una iniciativa que goza de magnífica salud habida cuenta el seguimiento con el que cuenta. Grandes y pequeños se dieron cita para circular desde el Parque Marítimo de la capital tinerfeña hasta San Andrés y volver en un recorrido asequible, de unos 14 kilómetros, que ayer se vio endurecido por una jornada de calor cada vez menos impropia para las fechas en que estamos.

Los auténticos protagonistas en una jornada como la que nos ocupa es esa mayoría silenciosa que hace deporte y no tira papeles al suelo, esos que aguantan estoicamente sin quejarse más de una hora al sol a la espera de la entrega de diplomas a pesar de la ausencia de una gran carpa bajo la que guarecerse tras el esfuerzo y justo al mediodía…

Ya fueran chicharreros de pro, ya tinerfeños de otros lares -llamaron la atención granadilleros y tacoronteros-, los asistentes derrocharon humor, salud y educación, además de ganas de pasarlo bien.

Ya son clásicas de otras ediciones la presencia de singulares bicicletas o similares, aunque ayer se llevó el premio a la más antigua la que se compró cuando tenía veinte años Antonio González, que ya frisa los setenta y seis: el ojo del especialista Deogracias Bernal, no dudó un instante desde que la vio.

Para la memoria, una Choper-1 que despertó la infancia dormida de los hijos del baby boom: pocos fueron los que no la pidieron a los Reyes Magos… y pocos a quienes se las trajeron, oiga.

Juventud y experiencia

Tras lo visto ayer, habrá muchas más ediciones del Día de la Bicicleta, a pesar de que las pendientes de esta Isla no favorecen su proliferación.

De la numerosa cantera presente ayer, ya fuera como paquete ya como participante, recibió la distinción a la más joven una niña de 3 años y rizos rubios que se llama Nacida María y pedaleó como cualquiera.

Por contra, el más veterano -con el DNI para acreditarlo en mano, no se crean que iba de broma la organización- resultó ser Manuel Muñoz, un cordobés de Lucena que ya pasa de los 86 veranos y que asegura que marcha a Las Teresitas y vuelve en bici siempre que puede desde que se vino hace ya un lustro.

No se sabe si Muñoz ha dado con la tecla de la eterna juventud, pero hace tiempo que políticos como el alcalde, José Manuel Bermúdez (CC), o su concejal de Urbanismo, José Ángel Martín (PSOE), saben que en este evento hay que ser pedalear y ya está. Ambos reconocieron faltar a la cita desde hace años, pero a los dos se les ve en forma. El alcalde más, que llegó con el pelotón de cabeza. Sobre el edil apuntar que, si en la foto sale sin casco es porque se lo prestó a un pequeño.

La de Deportes, Mónica Molina, ya sabe lo que hay que hacer en 2012. (Además de lo de la carpa para el sol, claro).